Las Claves del Turismo en el Mundo: Retos, Tendencias y Oportunidades
José María Barrientos 26/05/25
El turismo internacional ha sido, es y será, uno de los sectores económicos más dinámicos en las últimas décadas. En este artículo, quiero analizar las claves estructurales y emergentes que explican su evolución, su papel en la economía global y los principales retos a los que se enfrenta. Seria bueno destacar tendencias como la sostenibilidad, la digitalización, la diversificación de la demanda y el cambio climático, y proponer líneas estratégicas para un desarrollo turístico más equitativo y resiliente.
El turismo es una de las industrias con mayor crecimiento a nivel global. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), en 2019 el número de turistas internacionales superó los 1.460 millones, una cifra que refleja el papel estructural del turismo como motor de desarrollo económico, generador de empleo y vehículo de intercambio cultural (OMT, 2020). Sin embargo, la pandemia de COVID-19 evidenció la vulnerabilidad del sector y la necesidad de repensar sus modelos de desarrollo bajo criterios de sostenibilidad, innovación y resiliencia.
El sector turístico representa una parte significativa del Producto Interno Bruto (PIB) de muchos países. Antes de la pandemia, su aportación directa, indirecta e inducida al PIB mundial se estimaba en torno al 10,4 % (WTTC, 2019). Asimismo, generaba más de 330 millones de empleos, lo que representa uno de cada diez puestos de trabajo a nivel mundial. En muchas economías emergentes, el turismo actúa como una de las principales fuentes de ingresos por exportaciones, superando en algunos casos a sectores tradicionales como la agricultura o la minería.
La liberalización del transporte aéreo, la mejora de las infraestructuras logísticas y las políticas de facilitación de visados han contribuido a una notable expansión del turismo internacional. La reducción de costos en los vuelos de bajo coste y la expansión de rutas intercontinentales han hecho que viajar sea más accesible para un mayor número de personas, especialmente en mercados emisores emergentes como China, India y América Latina.
La transformación digital ha redefinido los modelos de negocio turísticos. Herramientas como la inteligencia artificial, el Big Data, la geolocalización y la realidad aumentada permiten una mayor personalización de la experiencia del viajero y una mejor gestión de los destinos turísticos. Plataformas digitales como Airbnb, Booking o TripAdvisor no solo facilitan la reserva de servicios, sino que también influyen en la percepción y elección de destinos.
Además, la digitalización ha impulsado el concepto de “destino turístico inteligente”, que integra tecnologías para mejorar la sostenibilidad, accesibilidad y gobernanza del turismo (Segittur, 2023).
Uno de los grandes desafíos del turismo actual es su transformación hacia un modelo verdaderamente sostenible. Esto implica minimizar el impacto ambiental, preservar el patrimonio cultural y garantizar beneficios económicos para las comunidades locales. En este contexto, se está consolidando el concepto de turismo regenerativo, el cual propone ir más allá de la neutralidad, buscando dejar un impacto positivo en los ecosistemas y en las sociedades anfitrionas.
Naciones Unidas reconoce explícitamente al turismo como una herramienta para alcanzar varios de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial los vinculados al trabajo decente, al crecimiento económico y a la acción por el clima.
Las motivaciones de los viajeros son cada vez más diversas. Junto al tradicional turismo de sol y playa, crecen modalidades como el turismo rural, de naturaleza, de bienestar, cultural, gastronómico, de aventura o espiritual. Esta diversificación exige a los destinos adaptarse a nuevas demandas, desarrollar productos diferenciados y promover experiencias auténticas que fortalezcan la identidad local.
El turismo global se enfrenta a una serie de desafíos estructurales y coyunturales:
Cambio climático: amenazando la viabilidad de destinos costeros, de montaña y de biodiversidad.
Masificación turística: genera problemas de congestión, deterioro ambiental y pérdida de calidad de vida en comunidades anfitrionas.
Inclusión y accesibilidad: urge garantizar que el turismo sea accesible para personas con discapacidad, mayores y otros colectivos vulnerables.
Crisis sanitarias y geopolíticas: afectan de manera directa a la seguridad percibida y a la estabilidad del flujo turístico.
El turismo contemporáneo no puede seguir desarrollándose bajo esquemas del pasado. La combinación de innovación tecnológica, planificación estratégica, inclusión social y sostenibilidad ambiental debe constituir el núcleo de una nueva agenda turística global. Los actores públicos y privados están llamados a liderar este cambio hacia un turismo que sea más justo, resiliente y beneficioso para las generaciones presentes y futuras.
Pregúntate que puedes hacer tu por el turismo.