En el Día Mundial del Medio Ambiente, Fundación Global Nature destaca la importancia de reconocer y valorar los servicios ecosistémicos que la naturaleza proporciona a la sociedad y a las empresas. La naturaleza, además de embellecer nuestro entorno, es fundamental para el éxito y la sostenibilidad de las empresas.
Los llamados servicios ecosistémicos como la producción de alimentos, la purificación del agua, la regulación del clima, el control de enfermedades y plagas o el bienestar emocional, son fundamentales para nuestra vida diaria y para el desarrollo económico sostenible. Y desde la entidad señalan que vivimos en un punto de inflexión que nos permite detener su destrucción y activar su restauración. De hecho, Global Nature trabaja desde hace más de 30 años en la conservación y restauración de ecosistemas, colaborando estrechamente con empresas para integrar la naturaleza en sus estrategias corporativas.
«La naturaleza es la base de toda actividad económica. Restaurarla y protegerla no solo es una responsabilidad ambiental, sino una oportunidad para las empresas de innovar y liderar en sostenibilidad», en palabras de la directora adjunta de Fundación Global Nature, Amanda del Río, experta en esta línea de trabajo.
La Fundación ofrece asesoramiento técnico y desarrolla proyectos que generan valor ambiental y empresarial, promoviendo la integración de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en la toma de decisiones corporativas. Además, impulsa soluciones basadas en la naturaleza (SbN) que abordan desafíos como el cambio climático, la seguridad alimentaria y la salud humana.
“Muchas empresas solo perciben la presión del creciente tsunami normativo y las exigencias en torno a la divulgación de su relación con la naturaleza, en términos de impactos y dependencias. Pero en nuestra experiencia, hemos aprendido que no solo es posible actuar, sino también integrar la naturaleza en la estrategia de negocio”, según las palabras de la Directora Adjunta. Lo hemos hecho, por ejemplo, con el sector agroalimentario, implicando a miles de proveedores en toda la cadena de suministro; o con el sector turístico, promoviendo colaboraciones en espacios protegidos que permiten dar a conocer los paisajes, los alimentos locales y, sobre todo, a los verdaderos protagonistas del territorio: sus habitantes. Este tipo de estrategias no solo generan valor en zonas rurales, sino que también aseguran la licencia social para operar. Tejer alianzas y fortalecer la gobernanza van de la mano. Cuando se empieza a trabajar seriamente en estos temas, se descubre el verdadero significado de una estrategia ESG», añade la experta.
Por este motivo, en este Día Mundial del Medio Ambiente, Fundación Global Nature pone el foco en el valor estratégico que la naturaleza representa ante cualquier reto económico y dirige su mirada, especialmente, al tejido empresarial para animarse a reconocer el papel esencial de la naturaleza y a comprometerse con su restauración y conservación. “Se trata de construir un proyecto juntos en el que todos ganemos, a la vez que un futuro más sostenible y resiliente”, concluye Del Río.
La naturaleza: cómo entender su valor estratégico
Para entender el valor estratégico de la naturaleza en el negocio empresarial y ubicarlo en los planes, es fundamental entender que su papel es clave para el éxito y la sostenibilidad de las empresas.
Esto pasa por conocer y entender que ecosistemas saludables proporcionan servicios esenciales que impactan directamente en la productividad y resiliencia empresarial:
- Producción de alimentos: La polinización natural es clave para muchos cultivos.
- Agua limpia: Bosques y humedales filtran y purifican el agua, vital para procesos industriales.
- Regulación del clima: Ecosistemas equilibrados ayudan a mitigar fenómenos extremos que pueden afectar operaciones.
- Control de enfermedades y plagas: La biodiversidad mantiene el equilibrio, reduciendo riesgos sanitarios.
- Bienestar y recreación: Espacios naturales mejoran la calidad de vida de empleados y comunidades.