Taiwán carga contra China por «distorsionar» el estatus de la isla en la charla con Trump
06 de junio 2025/Agencias
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán cargó este viernes contra China por «distorsionar deliberadamente el estatus soberano» de la isla, en referencia a la reciente conversación telefónica entre el mandatario chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Donald Trump.
En un comunicado recogido por la agencia de noticias CNA, la Cancillería isleña denunció que esta práctica constituye una «táctica recurrente de China» en sus recientes interacciones con otros países.
«Taiwán ha mantenido su compromiso de colaborar con países socios para promover la prosperidad regional y mantener el statu quo de paz en el estrecho de Taiwán, y, partiendo de esa posición, seguirá profundizando su estrecha relación con EE. UU. en los ámbitos de seguridad, economía y comercio», apuntó la cartera de Exteriores.
En un comunicado aparte, la portavoz presidencial Karen Kuo afirmó que el Gobierno taiwanés había «tomado nota» de que Trump discutió con su homólogo chino temas como el comercio bilateral y el tráfico de fentanilo.
«Taiwán siempre ha apoyado y ve con buenos ojos todo diálogo entre los líderes de EE. UU. y China que contribuya a estabilizar la situación regional y a frenar los riesgos de expansión autoritaria», aseveró la vocera.
Xi exige «prudencia» a Trump respecto a Taiwán
Estas afirmaciones se producen un día después de que Xi y Trump mantuvieran una llamada telefónica con motivo de las crecientes tensiones comerciales entre ambas potencias.
Durante la conversación, el líder chino insistió en que Estados Unidos debe manejar la «cuestión taiwanesa» con «prudencia», en aras de que los «separatistas radicales empeñados en la ‘independencia de Taiwán’ no puedan arrastrar a China y a EE. UU. hacia el terreno peligroso de la confrontación e incluso el conflicto», según informó la agencia de noticias Xinhua.
Taiwán se gobierna de forma autónoma desde 1949 bajo el nombre de la República de China y cuenta con unas Fuerzas Armadas y un sistema político, económico y social diferente al de la República Popular China, destacando como una de las democracias más avanzadas de Asia.
Sin embargo, Pekín considera a la isla como una «parte inalienable» de su territorio y en los últimos años ha redoblado su campaña de presión contra ella para concretar la «reunificación nacional», clave en el objetivo a largo plazo de Xi Jinping de lograr el «rejuvenecimiento» de la nación china.
Desde hace más de siete décadas, EE. UU. se encuentra en medio de las disputas entre ambas partes, ya que Washington es el principal suministrador de armas de Taipéi y, si bien no mantiene vínculos diplomáticos con la isla, podría defenderla en caso de conflicto con Pekín.
Esa postura ha provocado permanentes roces entre EE. UU. y China, cuyo Gobierno ha definido a la «cuestión taiwanesa» como la «línea roja» en las relaciones entre las dos potencias.