Un estudio municipal alerta de actitudes machistas respecto al consentimiento y la violencia sexual

Presentación de las conclusiones del informe sobre violencias machistas en Puerto de la Cruz

El área de Igualdad, que dirige el edil David Hernández, presenta el informe ‘No seas cómplice de las violentas machistas’, que, entre otras conclusiones, determina que un 38% de los hombres cree que la mayoría de las denuncias por violencia sexual son falsas

Puerto de la Cruz, 13 de junio de 2025.-El área de Igualdad del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz, que dirige el edil David Hernández, presentó ayer, miércoles 11 de junio, en la Biblioteca Municipal, los resultados del informe ‘No seas cómplice de las violentas machistas’ con motivo del 25N, realizado a través de un cuestionario a 246 personas, entre estudiantes de los centros educativos del municipio y ciudadanía en general.
El informe, detallado por la técnica de Igualdad, Sandra Bacallado, expone de forma detallada una serie de datos obtenidos a partir de un cuestionario aplicado a jóvenes sobre aspectos relacionados con la violencia sexual, el consentimiento, los mitos patriarcales y la percepción de los roles de género. A través del análisis de estas respuestas, se evidencian preocupantes creencias todavía arraigadas, especialmente entre los varones, que legitiman, minimizan o justifican conductas constitutivas de violencia sexual.
Uno de los aspectos que más llama la atención es la percepción acerca del deseo sexual masculino y la supuesta dificultad de los hombres para controlarlo. Un 30,28% de las mujeres encuestadas manifiesta estar totalmente de acuerdo o de acuerdo con la idea de que los hombres, por naturaleza, sienten más deseo sexual y que, por tanto, les resulta más difícil controlarse. No obstante, un porcentaje mayor (45,07%) se muestra totalmente en desacuerdo con esta afirmación y un 24,65% se posiciona en desacuerdo.
En el caso de los hombres, los datos son aún más reveladores: el 13,59% está totalmente de acuerdo con esta afirmación y un 34,95% se muestra de acuerdo, sumando un total del 48,54% que sostiene esta creencia. Solo el 18,45% de los hombres declara estar totalmente en desacuerdo. Estos resultados reflejan cómo el mito del deseo sexual masculino irrefrenable sigue presente y puede convertirse en un argumento que justifique determinadas agresiones o violencias sexuales. Este tipo de creencia naturaliza la idea de que los hombres actúan impulsivamente ante ciertos estímulos y que, por tanto, su conducta escapa a su responsabilidad individual.
El también primer teniente de alcalde, David Hernández, que inauguró el acto de presentación del informe, explicó que “este estudio diagnostica lo que piensa la población portuense joven y adulta, desgraciadamente los mensajes de odio siguen avanzando y por eso seguimos trabajando en la defensa de los derechos de las personas; hacemos frente a la problemática de la violencia machista”.
Otro dato importante que se desprende del cuestionario es la concepción del consentimiento en las relaciones sexuales. Aunque la mayoría de las personas encuestadas, tanto hombres como mujeres, reconoce la necesidad del consentimiento como un elemento indispensable, sigue existiendo un porcentaje significativo de varones (alrededor del 30%) que no lo considera necesario. Este hecho demuestra una preocupante falta de educación afectivo-sexual, así como una tendencia a no reconocer la voluntad y la autonomía de la otra persona en las relaciones sexuales, lo cual puede derivar en situaciones de abuso.
Muchas personas encuestadas, sin importar el género, no tienen claro que el consentimiento es igualmente necesario dentro de una relación estable. Esta confusión contribuye a invisibilizar las agresiones sexuales dentro del ámbito íntimo y doméstico, donde también se producen numerosas situaciones de violencia.
El informe también denuncia la persistencia de mitos relacionados con las causas de las agresiones sexuales. Un 48% de las mujeres y casi un 72% de los hombres consideran que los agresores lo son por causas como enfermedades mentales o el consumo de alcohol o drogas, una creencia tiende a exculpar al agresor, desviando la responsabilidad hacia factores externos.
Otro hallazgo alarmante del cuestionario es que un 38% de los hombres cree que la mayoría de las denuncias por violencia sexual son falsas, frente a un 11% de mujeres que piensa lo mismo. Este dato muestra cómo el discurso de la sospecha hacia las víctimas, muy presente en ciertos sectores políticos, sociales y mediáticos, ha calado en los jóvenes, especialmente en los varones. Esta narrativa forma parte esencial de la cultura de la violación, ya que no solo pone en duda la palabra de la víctima, sino que además la responsabiliza, mientras centra la preocupación en las consecuencias que una denuncia puede tener sobre el agresor.
Una tendencia igualmente preocupante es la culpabilización de las víctimas. Entre los varones, persiste la idea de que las víctimas podrían haber evitado la agresión si hubieran tomado ciertas precauciones.
En general, los datos muestran que las chicas presentan un mayor grado de sensibilización, empatía y solidaridad hacia las víctimas que los chicos. Esto sugiere que las políticas de igualdad y educación en valores están calando más profundamente en el grupo femenino, mientras que en los varones aún queda un importante trabajo por hacer.
En conclusión, el cuestionario evidencia que, a pesar de los avances en sensibilización, persisten actitudes y creencias profundamente machistas, especialmente entre los varones, que contribuyen a perpetuar la violencia sexual. Es urgente seguir trabajando en la educación sexual integral con perspectiva de género, que promueva el consentimiento, la empatía, la responsabilidad afectiva y la desconstrucción de los estereotipos patriarcales que aún permean el imaginario colectivo.