Francia dice que nuevas líneas eléctricas con España le supondrían inversiones costosas

Luz

16 de junio 2025/Agencias

Francia asegura que «no es hostil» a hablar de una mejora de las interconexiones eléctricas con España, pero avisa de que nuevas líneas entre los dos países le obligarían a reforzar sus propias redes internas con unos costes «muy importantes» y no está claro que la respuesta ante un apagón fuera más eficiente.

El ministro francés de Energía, Marc Ferracci, tiene previsto mantener un encuentro con el representante español que acuda al Consejo de Ministros europeos del ramo que se celebra este lunes en Luxemburgo y, según avanzaron fuentes de su gabinete, «evidentemente hablarán del apagón ibérico» del 28 de abril y «de la forma en que Francia puede ayudar a establecer el diagnóstico».

Las fuentes confirmaron que Ferracci ha recibido la carta que le enviaron hace una decena de días sus homólogas, la ministra española para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, y la titular portuguesa de Medio Ambiente y Energía, Marioa de Graça Carvalho, para reclamarle «plazos concretos y compromisos vinculantes» sobre los corredores de interconexión eléctrica, que consideran insuficientes.

De hecho, el responsable también escribió sendos mensajes en las mismas fechas a ambas para proponer que los operadores de los tres países «trabajen juntos» para asentar el diagnóstico de lo que ocurrió el 28 de abril y para eso considera que hay que «compartir los datos con transparencia», y está esperando respuesta.

Las fuentes del gabinete de Ferracci subrayaron las diferencias que han percibido entre la comunicación sobre esta crisis con Aagesen, de la que hicieron notar que se ha felicitado por el trabajo con Francia, por el buen funcionamiento de la interconexión entre los dos países y de cómo Francia contribuyó ese día al rápido restablecimiento de la corriente en España y Portugal tras el apagón.

Frente a eso, criticaron el hecho de que la ministra portuguesa haya adoptado posiciones que a su juicio «no se corresponden con lo que se puede esperar en un acontecimiento tan grave» al señalar alguna posible responsabilidad de Francia «de una forma que nos parece injustificada».

Reclamación española y portuguesa
Sobre la reclamación española y portuguesa de un reforzamiento de las interconexiones con la península ibérica, las fuentes gubernamentales francesas insistieron en que Francia no se opone, como lo ilustra el hecho de que se está construyendo una nueva línea submarina por el Golfo de Vizcaya, para la que este lunes se formalizará la financiación por el Banco Europeo de Inversiones.

Pero quiere que quede muy claro que una interconexión no es un elemento que se pueda abordar de forma autónoma, sino que forma parte del sistema eléctrico y si aumentara la capacidad de intercambio eléctrico con España, eso implicaría que Francia tendría que reforzar sus redes en el eje Norte-Sur con costos «muy importantes».

Por eso insiste en que antes de «reclamar de forma mecánica interconexiones» hay que pensar en la optimización del conjunto del sistema y en «repartir» los esfuerzos que correspondería a cada parte.

Además, las fuentes dejaron caer la idea de que «no está claro» que «más interconexiones hubieran permitido un mejor funcionamiento» a la vista de que el 28 de abril las que hay ahora sirvieron para contener el choque.

Las autoridades francesas y su operador de redes, RTE, han puesto el acento en que ese día la rápida desactivación de las líneas que atraviesan la frontera impidieron primero un contagio y una interrupción en cadena en Francia y eventualmente en el resto de Europa, y luego ayudaron al arranque de la red en la península ibérica, que fue una operación delicada.

En la actualidad, esas interconexiones se compone de cuatro líneas que atraviesan los Pirineos y que dan una capacidad de intercambio de hasta 2.800 megavatios (MW), que deberían pasar a 5.000 en 2028, gracias al proyecto por el golfo de Vizcaya.

Eso representará apenas un 5 % de la capacidad de generación instalada en España, cuando la Unión Europea había fijado un objetivo del 10 % para 2020, que debía subir hasta el 15 % en 2030.