La ONU alerta de «riesgo de inanición y muerte» en Palestina y otros 4 puntos críticos
16 de junio 2025/Agencias
La violencia armada es la principal causa de hambruna en el mundo y la situación empeorará en los próximos seis meses en los «puntos críticos», en particular Palestina, Sudán, Sudán del Sur, Haití y Malí, que se enfrentan a «hambre extrema y riesgo de inanición y muerte», alertó este lunes Naciones Unidas.
El riesgo de hambruna aumentará en 13 territorios entre junio y octubre de 2025 si no se reducen los conflictos, se detienen los desplazamientos y se organiza «una respuesta de ayuda urgente a gran escala», explican la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en su informe semestral sobre los puntos críticos del hambre en el mundo.
Sudán, Palestina, Sudán del Sur, Haití y Malí se mantienen en «niveles catastróficos» de hambruna debido a la intensificación o persistencia de conflictos, crisis económicas y desastres naturales, mientras que Yemen, la República Democrática del Congo, Myanmar y Nigeria figuran entre los países de «muy alta preocupación» y necesitan «atención urgente para salvar vidas y medios de subsistencia».
Otros puntos críticos son Burkina Faso, Chad, Somalia y Siria, se indica en el informe, que destaca que la violencia armada es la principal causa de la inseguridad alimentaria aguda en 12 de los 13 países en alerta.
«Sin una acción humanitaria inmediata y esfuerzos internacionales coordinados para abordar las restricciones de acceso y abogar por la desescalada de los conflictos, probablemente se producirán más muertes por hambre en Sudán, Palestina, Sudán del Sur, Haití y Malí», se alerta en el informe.
En el caso de Palestina, la ONU advierte de que toda la población de Gaza, 2,1 millones de personas, enfrentará en los próximos seis meses niveles de inseguridad alimentaria aguda de «crisis» y 470.000 de ellos en una situación de «catástrofe».
«La probabilidad de hambruna en la Franja de Gaza aumenta a medida que las operaciones militares a gran escala obstaculizan la capacidad de entregar asistencia humanitaria vital de alimentos y no alimentos», se lee en el informe.
En Sudán, la intensificación del conflicto amenaza con extender las condiciones de hambruna y generar más desplazamientos, en cambio en Malí son las restricciones de acceso a causa del conflicto las que dificultan la entrega de ayuda y el funcionamiento de los sistemas alimentarios.
Sudán del Sur se ve afectado por la violencia, las tensiones políticas y los riesgos climáticos como inundaciones, mientras que en Haití los «niveles récord de violencia e inseguridad de pandillas están desplazando a las comunidades y paralizando el acceso a la ayuda».
A estas crisis se suman factores económicos como la alta inflación, la carga de deuda, la volatilidad geopolítica y las perturbaciones comerciales, que profundizan la inseguridad alimentaria en varios de los puntos críticos.
Además, se prevé que fenómenos climáticos como lluvias, sequías, ciclones e inundaciones sigan afectando la producción y el acceso a alimentos en múltiples regiones vulnerables.
«Las crisis devastadoras se ven exacerbadas por las crecientes restricciones de acceso y las graves deficiencias de financiación», alerta la FAO, que pidió invertir en prevención porque «la intervención temprana salva vidas, reduce las brechas alimentarias y protege activos y medios de vida a un costo significativamente menor que la acción humanitaria tardía».
Aunque el número de puntos críticos se ha reducido de 16 en octubre de 2024 a 13 en esta nueva evaluación, debido a mejoras climáticas en regiones de África Oriental, África Austral y Níger, los expertos advierten que la situación sigue siendo extremadamente delicada, y algunos países podrían volver a ser clasificados si las condiciones empeoran.