Román Rodríguez apuesta por suprimir los aforamientos y endurecer las penas a los corruptos, sean empresarios, políticos o funcionarios
22 de junio 2025
Considera que las izquierdas estatales y territoriales deben combatir el desencanto y ser alternativas creíbles para el electorado progresista
Román Rodríguez, presidente de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) considera que frente a la actual crisis por graves casos de corrupción hay que tomar medidas drásticas, entre ellas la eliminación de los aforamientos, como hizo Canarias en la renovación de su Estatuto en 2018, así como el endurecimiento de las penas a los corruptos, sean empresarios, funcionarios o responsables políticos. Entiende, asimismo, que la actual coyuntura obliga a las izquierdas estatales y territoriales a “superar el actual panorama de fragmentación y enfrentamiento estéril y establecer plataformas unitarias con programas con nítidos compromisos sociales y medioambientales que eviten el crecimiento de la abstención y posibiliten una nutrida presencia en todos los niveles institucionales y que ayuden a combatir la ultraderecha”.
El líder canarista asegura que el momento es crítico a nivel mundial, con el crecimiento de las extremas derechas y los discursos belicistas. Con las violaciones del derecho internacional en Ucrania y Gaza, donde se está produciendo un auténtico genocidio. O el bombardeo de Estados Unidos a Irán. “Además, con el ascenso ultra, están en riesgo los derechos laborales, los servicios públicos y las pensiones, los avances feministas, los que atañen a la diversidad sexual, el combate contra la Crisis Climática y cualquier esperanza de un mundo en paz y en equidad. Lo que ocurrió hace ochenta años amenaza con repetirse en un planeta con más tecnología y mucho más poder de destrucción”.
Rodríguez valora el Gobierno de coalición estatal que ha desarrollado una agenda progresista que incluye la revalorización de las pensiones, la subida del SMI o la todavía no aprobada reducción a 37,5 horas de la jornada laboral. Así como con propuestas sobre vivienda, como la llevada por Pedro Sánchez a la Conferencia de Presidentes celebrada a principios de junio, que plantea una inversión de 7.000 millones de euros (de los que 4.000 millones aportaría el Estado) en el periodo 2026-2030.
Además, en el marco de buenos datos económicos y de empleo, por encima del resto de estados europeos, aunque opacados con el ruido que derecha y ultraderecha han ido progresivamente amplificando a lo largo de esta legislatura. Una acción positiva que ahora se ve más neblinada aún al conocerse comportamientos execrables protagonizados por altos cargos del PSOE, en el partido, como Santos Cerdán, o en el Ejecutivo, caso del exministro Ábalos. Y que suponen un golpe terrible al partido socialista, a la izquierda en su conjunto y a la democracia y la credibilidad de las instituciones.
En ese sentido, el presidente de NC-bc considera que Sánchez debe ganarse la confianza de sus socios en la acción de gobierno. Implementando un programa nítido de progreso, “de compromiso firme con las políticas sociales y, en especial, con el acceso a una vivienda en condiciones razonables. Dando pasos firmes para la eliminación de los aforamientos, como hizo Canarias en la renovación de su Estatuto en 2018. Así como endureciendo las penas a los corruptos, sean empresarios, funcionarios o responsables políticos”.
Unidad de las izquierdas
Para Rodríguez, es muy grave la crisis que atraviesa el partido con más apoyo social y electoral del espacio progresista en el Estado y en Canarias. Obliga a una catarsis dentro del PSOE. Pero, además, “debe llevar a un ejercicio de responsabilidad máxima al resto de las izquierdas, estatales y territoriales, para romper con el actual panorama de fragmentación y enfrentamiento y establecer plataformas unitarias que posibiliten una nutrida presencia en todos los niveles institucionales y ayuden a combatir a la ultraderecha. Ofreciendo alternativas creíbles al electorado progresista y a los desencantados por esta crisis”.
Defendiendo consecuentemente el acceso a una vivienda digna, la calidad del empleo, las pensiones, la financiación y eficiencia de los servicios públicos, las conquistas feministas, las políticas de cuidados, la seguridad y la actuación frente a las distintas emergencias o la acción para combatir la Crisis Climática. Así como un modelo de estado plurinacional y los derechos humanos, la paz y la legalidad internacional.