ATME alerta. Defensa desconoce cuantos de los soldados y marineros que deberán solicitar el compromiso de larga duración en 2027 cumplen actualmente los criterios formativos para suscribirlo
Los aproximadamente 2.300 soldados y marineros del 2º ciclo de 2022 serán los primeros en enfrentarse a estas nuevas condiciones, debiendo solicitar sus renovaciones a partir de 2027. Si no cumplen con los requisitos exigidos se verán obligados a abandonar las Fuerzas Armadas.
Cáceres, 26 abril de 2024. La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) reitera su profunda preocupación por el desconocimiento que el Ministerio de Defensa demuestra sobre la situación del personal militar que podría no renovar su Compromiso de Larga Duración (CLD) debido a las nuevas condiciones exigidas. Esta incertidumbre afecta a más de 15.600 soldados y marineros con el compromiso inicial, y amenaza con generar graves problemas tanto para los profesionales como para la operatividad de las unidades.
Desde marzo, ATME ha manifestado su inquietud por las repercusiones de la Orden DEF/183/2022, que establece nuevas condiciones para el CLD. Esta normativa exige a los militares superar módulos específicos de formación profesional y acreditar niveles de competencia en habilidades digitales y lingüísticas para poder suscribirlo.
Estas nuevas exigencias impactan primeramente en los aproximadamente 2.300 soldados y marineros pertenecientes al segundo ciclo de 2022, quienes deberán solicitar el CLD a partir de noviembre de 2027.
ATME ya elevó su profunda preocupación ante el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (COPERFAS) ante la constatación de un alarmante desconocimiento de estas condiciones por parte del personal de tropa y marinería afectado y, lo que es igualmente grave, de sus propios mandos.
Esta falta de información evoca peligrosamente la situación vivida en el Ejército de Tierra en 2015. En aquel entonces, la inclusión de un cambio de destino previo a la firma del CLD provocó que numeroso personal cesara en su unidad y, muchos de ellos, fueran destinados forzosamente fuera de su término territorial de origen. Esta situación resultó en un sinfín de bajas voluntarias de soldados. Irónicamente, esta limitación fue eliminada en el segundo ciclo de 2022, coincidiendo con la entrada en vigor de las actuales medidas.
Ante esta situación, ATME solicitó información al Ministerio de Defensa. Las respuestas obtenidas, sin embargo, revelan una preocupante falta de datos concretos:
- En abril del presente año, se informó que el procedimiento para obtener el módulo adicional del título de técnico de formación profesional «está en fase de estudio».
- Respecto al personal que ha superado los módulos de competencias digitales y lingüísticas, la información es alarmantemente dispersa:
o Para las competencias digitales, Defensa solo pudo ofrecer datos de los cursos convocados (13.957 alumnos matriculados / 7.657 aprobados), sin un desglose por ciclos que permitiese evaluar con precisión al personal afectado.
o En competencias lingüísticas, la información es aún más limitada, con solo 513 militares que han alcanzado el nivel Certificado A2 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL).
Lo más grave es la justificación oficial para la falta de datos desglosados por ciclos del personal con ambos módulos aprobados: “La plataforma que soporta estos cursos no permite obtener esta información”. Esta respuesta no solo evidencia un claro desconocimiento por parte del Ministerio de Defensa sobre la situación de una parte significativa de su propio personal, sino que también pone en riesgo la continuidad de efectivos valiosos para las Fuerzas Armadas.
ATME insta nuevamente al Ministerio de Defensa a tomar medidas urgentes para subsanar esta deficiencia de información. Es crucial asegurar que todo el personal afectado conozca y cumpla las nuevas condiciones del Compromiso de Larga Duración, evitando así un problema de gran magnitud en 2028, cuando los integrantes del segundo ciclo de 2022 finalicen su compromiso inicial.