El proyecto Vértices mejora la calidad de vida de 60 personas con discapacidad en la comarca de Acentejo
Impulsado por la Asociación ACTÚA, esta iniciativa pionera en el Norte ha ofrecido atención psicológica, asesoramiento social y actividades grupales para combatir la soledad no deseada en la comarca
04de julio de 2025.- El proyecto Vértices, desarrollado con éxito por la Asociación ACTÚA, culminará el próximo 15 de julio tras beneficiar a más de 60 personas con discapacidad en situación de soledad no deseada en la comarca de Acentejo.
La iniciativa, que comenzó en diciembre de 2024 con el apoyo de la Consejería de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias del Gobierno de Canarias, ha llevado a cabo un programa de atención psicológica y social a domicilio, así como encuentros grupales y actividades comunitarias. El objetivo ha sido mejorar el bienestar emocional de las personas participantes y fomentar la creación de redes de apoyo en los municipios de la comarca.
Se trata de una red silenciosa y efectiva que ha construido conexiones reales, apoyo mutuo y nuevos horizontes de vida para personas con discapacidad que vivían en situación de soledad no deseada, y este, ha sido el principal logro de Vértices. Durante estos meses, 34 personas con discapacidad recibieron atención psicológica y asesoramiento social a domicilio.
Este acompañamiento personalizado ha dotado a cada participante de herramientas emocionales, habilidades prácticas y acceso a recursos que les han ayudado a enfrentarse al día a día con mayor seguridad, reduciendo notablemente la sensación de aislamiento. Además de las visitas domiciliarias, 26 personas participaron en encuentros grupales celebrados en los municipios de la comarca de Acentejo, con reuniones semanales que fueron mucho más que talleres.
A través del teatro, la interpretación y la risoterapia, los grupos exploraron emociones, aprendieron a expresar sus inquietudes y construyeron una red de apoyo informal, clave para combatir el aislamiento. En total, se celebraron tres encuentros especiales con otros colectivos, en los que más de 20 participantes compartieron sesiones de risoterapia, una herramienta que, además de generar bienestar físico, refuerza el sentimiento de pertenencia. Uno de los mayores logros de Vértices ha sido fomentar relaciones duraderas entre personas de diferentes edades y tipos de discapacidad, demostrando que la soledad no es inevitable, ni irreversible, si se dan las condiciones adecuadas para el encuentro y el acompañamiento.
La coordinadora del proyecto, Federica Padrón, destaca que “la soledad no deseada afecta con especial intensidad a las personas con discapacidad, por factores como las barreras físicas, la incomunicación, el estigma social o la falta de accesibilidad a espacios comunitarios. Vértices no solo ha hecho visibles estas realidades, sino que ha intervenido en ellas con eficacia, sensibilidad y cercanía. Aunque el proyecto culmina el 15 de julio, los lazos construidos, las capacidades reforzadas y las dinámicas comunitarias puestas en marcha dejan una huella que va más allá del calendario”.
Vértices ha sido, en palabras de sus propios participantes, “un antes y un después”, una forma de recordar que toda persona necesita sentirse parte de algo, tener voz, compañía y oportunidades reales para vivir con dignidad y bienestar.