Un estudio de ECOAQUA detecta microplásticos en ejemplares del cangrejo invasor Cronius ruber recogidos en playas de Gran Canaria

Figura 2 del estudio con los puntos de muestreo representados por el área morada con los puntos de vertido de aguas residuales cercanas

La investigación, pionera en su campo, revela que más de la mitad de los ejemplares de esta especie conocida como cangrejo nadador rojo, analizados en cuatro playas de la isla, contienen en sus estómagos partículas microplásticas, en su mayoría fibras textiles procedentes de vertidos domésticos de aguas residuales propiciados por el lavado de ropa, lo que alerta sobre el impacto ecológico y la transferencia de partículas contaminantes en los ecosistemas marinos

 

4 de julio de 2025

Un estudio del grupo Ecofisiología de los Organismos Marinos (EOMAR) del Instituto Universitario ECOAQUA, perteneciente a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), ha documentado por primera vez la presencia de microplásticos en el cangrejo Cronius ruber, más conocido como cangrejo nadador rojo, una especie invasora presente en Canarias, en las costas de Gran Canaria, estableciendo una clara relación con la proximidad a vertidos de aguas residuales, especialmente de origen doméstico. La investigación revela que más de la mitad de los cangrejos estudiados, recogidos en cuatro playas de la isla, contenían estas partículas contaminantes en el estómago y que la mayoría de ellas eran de origen textil procedentes de los residuos del lavado de ropa.

 

El estudio, titulado ‘Microplastics in Cronius ruber: Links to Wastewater Discharges’ (‘Microplásticos en Cronius ruber: vínculos con vertidos de aguas residuales) y publicado recientemente en la revista científica ‘Animals’, analizó 63 ejemplares de estos cangrejos recolectados en cuatro playas de la isla (Playa de Las Nieves (Agaete), La Laja (Las Palmas de Gran Canaria), El Puertillo (Arucas) y Anfi del Mar (Mogán). Los resultados muestran que el 52% de los ejemplares presentaban microplásticos en sus estómagos de una longitud media de entre 0,5 y 0,7 mm, con un promedio de entre 1,02 y 1,73 partículas por individuo.

 

La investigación, firmada por Sofía Huelbes, como autora principal, May Gómez, directora de EOMAR, las investigadoras de este grupo Ico Martínez y Alicia Herrera, así como el investigador Raül Triay-Portella, del grupo Biodiversidad y Conservación (BIOCON), también de ECOAQUA, y Miguel González-Pleiter, investigador del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencia de la Universidad Autónoma de Madrid, señala que la gran mayoría de estos residuos, el 89%, eran fibras, principalmente de color azul y negro.  El rayón, de uso común en textiles, fue el polímero identificado con mayor frecuencia, con un 52 %, lo que revela el papel de las aguas residuales procedentes de los procedimientos de lavandería como una fuente importante de contaminación.

 

Las playas cercanas a vertidos no autorizados de aguas residuales, como Anfi del Mar y El Puertillo, mostraron los niveles más altos de contaminación, con una frecuencia de aparición (FO) de partículas microplásticas del 67 % y el 58 %, respectivamente. La Playa de Las Nieves fue la que presentó el nivel de contaminación más bajo, con una frecuencia de aparición de partículas microplásticas del 41 %. Por su parte, en la Playa de La Laja, se detectó una frecuencia del 50% en las seis muestras recolectadas.

 

Este es el primer estudio que documenta la ingestión de microplásticos en Cronius ruber, lo que “genera preocupación sobre su presencia ecológica y la posible bioacumulación de contaminantes en los ecosistemas marinos”, indica la investigación.

 

El estudio advierte que es “fundamental realizar más investigaciones para comprender las consecuencias a largo plazo de la exposición a microplásticos en las especies invasoras y su posible papel en la transferencia de contaminantes a través de las redes tróficas”.

 

“La contaminación por microplásticos en el océano es un problema creciente que afecta a todo el ecosistema y, por tanto, a las especies que lo habitan. Estas partículas contaminantes pueden ser filtradas o ingeridas por organismos, penetrando y afectando negativamente a los individuos. Entre las poblaciones afectadas se encuentran los crustáceos. Este trabajo demuestra que los vertidos de aguas residuales, en particular los procedentes del lavado de ropa, son una fuente significativa de fibras plásticas en el medio marino”, destaca Sofía Huelbes, autora principal del estudio.

 

Vertidos contaminantes: un vínculo directo

El análisis, realizado mediante digestión alcalina, filtración y espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier (micro-FTIR), confirmó la composición plástica de la mayoría de las partículas. Además del rayón, se identificaron polímeros como polipropileno, acrílico, nylon y poliéster, todos ellos habituales en prendas de vestir. El estudio subraya que una sola colada de ropa puede liberar más de 700.000 fibras sintéticas, que acaban en el mar a través de los sistemas de saneamiento de aguas.

 

Cronius ruber, introducido en Canarias en 2016 y con una rápida expansión poblacional, es un depredador generalista que se alimenta de moluscos filtradores, peces y otros invertebrados. Los investigadores advierten que la ingesta de microplásticos puede producirse tanto de forma directa como a través de la cadena trófica, lo que podría amplificar la transferencia de contaminantes a otros organismos marinos.

 

“La presencia de microplásticos en una especie invasora plantea interrogantes sobre su papel en la dispersión de contaminantes y el posible efecto acumulativo en la red alimentaria marina”, señala Huelbes.

 

Este trabajo pionero resalta la necesidad de controlar los vertidos de aguas residuales y de profundizar en el estudio de los efectos a largo plazo de los microplásticos en especies invasoras y en la salud de los ecosistemas costeros. Los autores y autoras del estudio consideran que Cronius ruber puede convertirse en un bioindicador clave para monitorizar la contaminación por microplásticos en el Océano Atlántico oriental.

 

Proyecto ASTRESS

El estudio, que se puede consultar al completo en el siguiente enlace: https://www.mdpi.com/2076-2615/15/10/1420, se enmarca en el proyecto ASTRESS (Assesment of anthropogenic multistressors in zooplankton and suprabenthos), cuya investigadora principal es Alicia Herrera, miembro del grupo EOMAR y coautora de esta investigación, que plantea estudiar de forma holística el efecto de varios estresores de origen antropogénico en el zooplancton y el suprabentos.

 

Este proyecto de ECOAQUA, iniciado en octubre de 2024 y que se desarrollará hasta finales de 2027, parte de la premisa de que en la actualidad los océanos están siendo afectados, especialmente por basuras marinas, vertidos de productos químicos y contaminación sonora.

 

Algunos de los efectos de estos contaminantes son bien conocidos, como el efecto del ruido en el comportamiento de los cetáceos, la disrupción endocrina como resultado de la contaminación química en peces, o los daños que provoca la ingestión de microplásticos en tortugas, peces y aves marinas.

 

Sin embargo, los efectos acumulativos de estos contaminantes no se han estudiado aún en zooplancton y suprabentos, dos grupos fundamentales dentro de los ecosistemas marinos. Estos grupos se sitúan en la base de la cadena trófica, y de ahí su importancia tanto en las regiones pelágicas como costeras. Conocer el impacto del cambio global en estos grupos es prioritario para entender los efectos a largo plazo en los océanos.

 

**Pies de Foto: 

Figura 2. Imágenes de los puntos de muestreo representados por el área morada (escala de 200 m) con los puntos de vertido de aguas residuales cercanas. El área de muestreo de cada playa está delineada en rosa. (A) Playa de El Puertillo; (B) Playa de Las Nieves; (C) Playa de La Laja; (D) Playa de Anfi del Mar.