El juez descarta investigar a Elisa Mouliaá y a Íñigo Errejón por presionar a testigos
01 de agosto 2025/Agencias
El juez que investiga al exportavoz de Sumar Íñigo Errejón por presunta agresión sexual a Elisa Mouliaá ha rechazado investigar a ninguno de los dos por obstrucción a la justicia, por presuntamente presionar a testigos, al no considerar acreditadas coacciones ni amenazas en sus conversaciones con ellos.
En un auto al que ha tenido acceso EFE este jueves, el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, se pronuncia así sobre las peticiones hechas por los letrados de la defensa y de la acusación, respectivamente.
En el caso de la solicitud presentada por la defensa de Errejón, que defendía que la denunciante incurrió en un delito de obstrucción a la justicia por la actitud «coactiva, amenazante e intimidatoria» hacia una testigo para que avalara su versión, el juez la deniega porque «del contenido de las conversaciones, no resulta ninguna amenaza expresa ni intimidación»
Afirma que se trata de una conversación entre dos mujeres que habían sido amigas y que mantienen una «confrontación de pareceres, en ocasiones fuerte, en relación con los hechos denunciados», sin que Mouliaá pidiera a la testigo «que mintiese o dijese su versión, sino que no le perjudicase o que dijese que no vio nada si es que fuese así», ya que los hechos ocurrieron en la intimidad.
Y aprecia el juez que esto lo corrobora la testigo en parte, «aunque contradiga en muchos aspectos la versión de la señora Mouliaa».
«Hablar con un testigo amigo antes de la declaración no constituye una amenaza o intimidación, máxime cuando la testigo declaró lo que tuvo por conveniente en su declaración y no aparece que fuera muy influida por la señora Mouliaa, si no más bien lo contrario», añade.
También rechaza el juez la petición de la acusación popular, ejercida por la Asociación Defensa Integral de Víctimas Especializada (Adive), para ampliar la investigación por el mismo delito contra Errejón por haber presionado a otro testigo, que es novio de la primera testigo y dueño del piso en el que se celebró la fiesta a la que fueron Mouliaá y Errejón.
Esta parte alegaba que este testigo, que cuando declaró ante el juez admitió que se puso en contacto de ‘motu propio’ con Errejón para decirle que no estaba de acuerdo con la versión de su examiga Mouliaá, le llegó a preguntar «cuál era el plan» en el proceso judicial.
Ahora el juez afirma que efectivamente fue el testigo el que se puso en contacto con el investigado, y por lo que declaró en el juzgado «no consta tampoco que el señor Errejon le amenazase e intimidase ni le dijese expresamente lo que tenía que testificar».
Matiza que la conversación que mantuvieron ese testigo y Errejón no se ha unido a la causa ni se ha cotejado, algo que ha ordenado que se haga próximamente.
El letrado de la acusación popular, Jorge Piedrafita, ha dicho a EFE que el auto «acoge la argumentación jurídica expuesta por esta parte» con el fin de evitar «un ataque contra la víctima por parte del denunciante, justo después de ratificarse los informes periciales que avalan la veracidad de la versión en la víctima», y anuncia que seguirá trabajando para sentar en el banquillo a Errejón.