Gaza, exterminio en directo

Roman Rodríguez en la sede nacional de NC

Cuando mediante libros, documentales o películas nos acercamos al conocimiento de las atrocidades realizadas por los nazis -la extensión del odio, la deshumanización, los campos de concentración, el exterminio sistemático de millones de personas…- solemos preguntarnos cómo fue posible llevar a cabo semejantes crímenes contra la humanidad sin que nadie reaccionara; en primer lugar, la propia población alemana. Y hoy, ochenta años después, el mundo asiste como espectador al genocidio que Israel está perpetrando en Gaza. Y las organizaciones internacionales se convierten en cómplices del asesinato masivo por parte de uno de los ejércitos más potentes del mundo contra una población civil, a la que somete, además, como vemos estos días, a la hambruna.

Una comunidad internacional que sanciona a Rusia por la invasión de Ucrania, que desde el minuto uno denunciamos desde Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) como una flagrante violación del derecho internacional y que está causando enorme destrucción y muertes. No solo se castiga a la Rusia de Putin económicamente, sino incluso impidiendo la participación de sus deportistas en las distintas competiciones internacionales o en el muy mediático Festival de Eurovisión. A Israel, sin embargo, que también viola los derechos humanos y que está ocasionando una enorme carnicería en Gaza, no se le saca ni siquiera una tarjeta amarilla. Se le toleran todos sus desmanes, que son muchos. Y, en varios estados, algunos europeos, incluso se persigue a quienes denuncian los crímenes que se están cometiendo contra el pueblo palestino.

Como destaca Imanol Zubero, doctor en Sociología y profesor titular de la Universidad del País Vasco, “no hay justificación posible para este castigo colectivo. La guerra no puede convertirse en un mecanismo para borrar un pueblo, ni el sufrimiento civil puede ser asumido como daño colateral. El bloqueo israelí, la ofensiva militar y la impunidad con que se ejerce esta violencia son incompatibles con cualquier idea de justicia”.

Por la relevancia del asunto dedicamos una resolución específica sobre Gaza en nuestro reciente VI Congreso Nacional, En la que recogíamos que nos encontramos “ante una planificada masacre que tiene como víctimas a la población civil palestina de Gaza. Con más de 60.000 asesinados, la mayoría niños y mujeres. Segando la vida de centenares de periodistas y de profesionales de la salud. Produciendo centenares de miles de heridos y la destrucción de toda la infraestructura social (viviendas, escuelas, hospitales y servicios públicos), que se encuentra completamente arrasada”. Una crueldad que, inevitablemente, nos traslada a la brutalidad fascista del pasado siglo XX contra los judíos, aunque también contra los comunistas, los homosexuales o los gitanos.

Acción genocida

La actual matanza se plasma no solo en los bombardeos diarios, sino también en el cerco que se realiza en el enclave de Gaza, impidiendo la llegada de material humanitario básico (agua, alimentos y medicamentos), facilitando la extensión de enfermedades y matando a la población de hambre. Hay que recordar que esta acción genocida no solo se lleva a cabo desde el año 2023. Desde que se ubicó el Estado sionista de Israel en los territorios de Palestina en 1948, se viene ejecutando una estrategia de exterminio y expulsión de la población, incumpliendo los acuerdos de las Naciones Unidas del derecho del Pueblo Palestino a un Estado propio, ocupando sus tierras por los colonos ultraortodoxos, presencia permanente del ejército con represión a la población, asesinando, torturando y encarcelando a miles de palestinos, y expoliando sus recursos naturales.

El gobierno de Netanyahu viene reiterando que no van a parar hasta la destrucción total de Gaza y la expulsión de la población palestina. La violación de los derechos humanos y el genocidio se lleva a cabo con el apoyo militar y logístico del Gobierno de Estados Unidos. Y la impotencia de la Naciones Unidas y de la Unión Europea. que no ejercen medidas de presión eficaces y siguen manteniendo el Acuerdo de Asociación comercial con Israel, sin aplicar sanciones por la violación de derechos humanos y el genocidio impune que sigue perpetrando el Gobierno de Israel. El que algunos estados, como Alemania, se planteen hoy, tras 60.000 muertes, restringir la venta de armas a Israel resulta

tardío y roza el cinismo.

Recientemente más de 600 veteranos del Ejército israelí se han dirigido por carta al presidente estadounidense Donal Trump, solicitándole que intervenga para poner fin al conflicto y lograr el regreso de los cerca de 20 israelíes apresados por Hamas el 7 de octubre del 2023 que aún permanecen dentro del enclave. Entre los firmantes se encuentran figuras destacadas del ámbito militar como el exjefe del Mossad Tamir Pardo, el exjefe del Shin Bet, Ami Ayalon, y el anterior director adjunto de las Fuerzas de Defensa de Israel, Matan Vilnai.

Aseguran que las fuerzas israelíes ya lograron hace tiempo los dos objetivos que podían alcanzarse por la vía militar: desmantelar las formaciones militares de Hamas y su estructura de gobierno. Sin embargo, ni Trump interviene ni Netanyahu frena su labor de exterminio, que algunos exmilitares de Israel denuncian como una estrategia que tiene entre sus principales objetivos su mantenimiento en el poder.

Solidaridad

En Nueva Canarias siempre hemos expresado nuestra solidaridad con el pueblo palestino y su derecho a un Estado propio, en cumplimiento de la Resolución de las Asamblea General de la ONU de 9 de mayo de 2024, que apoya la creación del Estado de Palestina, con el voto favorable de 143 países. Exigimos, asimismo, el cese del genocidio que lleva a cabo el Gobierno sionista de Israel, le intervención del Tribunal Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional, y el acceso inmediato de la ayuda humanitaria a la franja de Gaza, así como el regreso de todos los palestinos expulsados de su territorio y que viven en campos de refugiados en los países vecinos, y la liberación de todos los presos palestinos encarcelados por el Gobierno de Israel.

Asimismo, manifestamos nuestro pleno reconocimiento al trabajo humanitario que las organizaciones sociales y solidarias realizan en el territorio, en especial la labor de la UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo, así como de médicos y periodistas con un compromiso diario en la zona, que han provocado el asesinato de muchos de sus integrantes.

Detener el genocidio que se está produciendo en Gaza es el objetivo de cualquier demócrata, de cualquier persona con un mínimo de sentimiento humanitario. “Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo… Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas rinden tributo a la sagrada impunidad”. Lo señalaba el escritor uruguayo Eduardo Galeano en 2014. Sigue siendo plenamente válido hoy.

Román Rodríguez es secretario nacional de Estrategia, Programa y Formación de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc).