UN ESTUDIO DE LA ULL REVELA QUE LA MITAD DE LAS EXTINCIONES DE ESPECIES ENDÉMICAS MACARONÉSICAS SE PRODUJO POR LA ACCIÓN HUMANA

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Una investigación internacional, liderada por el catedrático de Ecología de la Universidad de La Laguna José María Fernández-Palacios, revela que la mitad de las extinciones de especies endémicas macaronésicas se produjeron por la actividad humana.

Los científicos han llevado a cabo la primera síntesis de todas las extinciones de especies endémicas terrestres conocidas en Azores, Madeira, Islas Salvajes, Canarias y Cabo Verde, con información sobre la distribución original de las especies, sobre cuándo y por qué se extinguieron. El estudio, publicado en la revista PNAS Nexus, ha identificado 220 registros de desaparición, con los números más altos observados entre caracoles terrestres, artrópodos, aves y reptiles.

Se registraron muy pocas extinciones en plantas, y ninguna en hongos o líquenes. La mitad de las pérdidas de especies endémicas tienen cronologías de extinción que coinciden con la ocupación humana de las islas, lo que proporciona una estimación mínima del número de eventos de extinción que pueden atribuirse directa o indirectamente a las actividades humanas. En el artículo también han colaborado otros investigadores de La Laguna, Oxford y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

En el trabajo se ha realizado una revisión profunda de la literatura existente, que ha posibilitado confeccionar el primer listado de las especies endémicas terrestres extintas conocidas para la región biogeográfica de la Macaronesia para los siguientes grupos taxonómicos: artrópodos, moluscos, briófitos, hongos, líquenes, plantas vasculares, aves, reptiles y mamíferos. El trabajo incluye también información acerca de la distribución original de las especies desaparecidas, así como de las cronologías de dichas extinciones y sus probables causas, según los autores de las obras originales. 

Esta revisión ha identificado 220 extinciones de especies terrestres endémicas de la Macaronesia, en la que los moluscos se llevan la mayor fracción (111 especies), seguidos por artrópodos (55), aves (27) y reptiles (15). Proporcionalmente, el impacto ha sido mayor en las aves, con una pérdida del 50% de las especies endémicas conocidas, seguidos por los mamíferos (43%) y reptiles (28%). 

Sin embargo, son muy pocas las extinciones registradas en los briófitos o en las plantas vasculares, por ninguna en líquenes y hongos. Estos bajos registros probablemente estén indicándonos la dificultad con la que estos grupos dejan tras de sí restos fósiles, y no el que no hayan sido afectados de una forma similar a los otros grupos, explican los investigadores.

Las Islas Canarias, con 86 especies extintas, es el archipiélago más afectado por las extinciones, seguido por Cabo Verde y Madeira, con 58 y 57 extinciones respectivamente, para finalizar con Azores, con 19. De las 86 registradas en Canarias, 67 de ellas (que suponen un 78%) ocurrieron antes de la llegada de los humanos, y son fundamentalmente de caracoles terrestres. Una situación similar ocurre con Madeira, en donde hasta 40 especies (69%), casi todas de caracoles terrestres, desaparecieron antes de la llegada de los humanos. Sin embargo, el patrón de los archipiélagos periféricos de la Macaronesia es diferente, con la mayor proporción de sus extinciones ligada a la actividad de los humanos, alcanzado un 95% en Cabo Verde y un 100% en Azores.

Exactamente la mitad de las extinciones registradas, incluyendo prácticamente a todas las de vertebrados, así como artrópodos y plantas vasculares presentan cronologías que coinciden con la ocupación humana de las islas, por lo que podría atribuirse al impacto que sobre una naturaleza prístina ejercieron a su llegada a las islas los humanos y las especies por ellos introducidas. Por su parte, las extinciones con cronologías previas a la llegada de los humanos y, por lo tanto, no atribuibles a ellos, se han debido fundamentalmente a causas climáticas, como las ligadas a los ciclos glaciales pleistocenos.

Lejos de ser una excepción, el patrón y las causas de las extinciones de especies endémicas detectados en la Macaronesia refleja perfectamente lo que se sabe ocurrió en archipiélagos volcánicos de condiciones similares, como Hawái, Galápagos o las Mascareñas, acentuando cómo los seres humanos transforman abruptamente con su llegada a las islas la naturaleza que en ella existía y que había evolucionado al margen de estos durante millones de años. 

Pie de foto: Recreación artística de algunas de las especies de aves endémicas extintas de la Macaronesia. A: rascón de São Jorge (Azores) (Rallus nanus); B: Autillo de Madeira (Otus mauli); C: Verderón de Aurelio (Chloris aurelioi) de Tenerife; y D: codorniz de São Vicente (Cabo Verde) (Coturnix centensis). Autoría de Pau Oliver (A, B y D) y Aina Bonner (C).