ENTREVISTA KIKO DA SILVA

IMG-20250905-WA0000

KIKO DA SILVA, historietista: 

“Es ilógico que para optar a subvenciones tengamos que esconder nuestro trabajo creativo como me ha ocurrido” 

“El 80% de los autores cuentan con redes sociales y lo normal es que si trabajas en un libro vayas enseñando el proceso” 

“La censura es algo habitual en el humor, ahora existe por la necesidad de recibir ayudas públicas” 

“La nefasta gestión de los incendios en Galicia ha sido como una especie de Dana-2” 

Noé Ramón 

A medio camino entre ser un niño prodigio y un guerrero contra las censuras y demás desgracias del cómic se sitúa el gallego, Kiko Da Silva quien comenzó de forma profesional a trabajar como historietista a los 16 años y luego se ha reinventado en la ilustración, la prensa, la enseñanza y el mundo editorial. La explicación de un inicio tan precipitado se debe a que siendo un quinceañero ganó un premio al que podían presentarse autores de hasta 35 años. A continuación firmó un contrato con La Voz de Galicia, que abandonó cuando se enfrentó por primera vez a las limitaciones editoriales pero no hay resentimientos y hace algunas semanas el periódico lo eligió entre los principales autores gallegos. 

Pasó al mundo del fanzine y saca a la calle BD Banda con el que apenas cinco números le otorgan en 2001 el premio del Salón del Cómic de Barcelona donde repite en 2007 con Retranca, como mejor revista. Luego ya ejerciendo de editor vino la publicación de Las Serpientes Ciegas de Felipe Hernández Cava y Barlomé Seguí que en la XV edición de este mismo salón fue reconocido como mejor guión y autor y recibió a continuación en 2009 el Premio Nacional. Comienza sus colaboraciones con la revista Golfiño con una tirada de hasta cien

mil ejemplares y cuando cierra lo ficha El Jueves donde primero se encargó de un suplemento infantil y luego pasó a formar parte de la plantilla. 

Eso sí, hasta que tuvo lugar el cisma por la censura a la portada en la que el rey emérito le pasaba una corona llena de moscas a su hijo y que provocó la estampida de un grupo de dibujantes, entre los que se incluía. Con la experiencia obtenida montó Retranca en la que se apropiaba del espíritu crítico de la publicación catalana, que estuvo viva hasta 2012 con periodicidad bimensual y unas ventas que rondaron los nueve mil ejemplares. Los encontronazos con la censura continuaron y el Opus consiguió que le secuestraran un número sobre el Papa y se prohibieran unos anuncios en las guaguas en los que se referían a “los dioses” así en general. Parece que le persiguen las luchas y ahora toca denunciar la decisión del Ministerio de Cultura de negarle una subvención al considerar que la obra presentada incumplía las bases al no ser inédita por haber hecho públicas en redes algunas imágenes sueltas. Él mismo explica lo ocurrido. 

-Lo que nos han hecho no es ni medio normal. A varios autores nos han dejado fuera, sin ni siquiera tener la opción de que se valore nuestro trabajo porque consideran que haber enseñado en las redes nuestro proceso creativo es equivalente a publicarlo. Presenté una queja de ocho folios y nos han contestado con tres líneas, tratándonos como si fuéramos gilipollas, como si no supiéramos leer las bases de la convocatoria. En ningún momento se pone que haber sacado parte de nuestro trabajo en las redes equivale a publicarlo y hasta el editor ha certificado que la obra es inédita pero los del Ministerio alegan que no lo es, de manera que me han excluido a mí y a otros compañeros. Todo simplemente fue por haber sacado algunas imágenes, como se hace siempre y que me parece algo que enriquece a la profesión y demandan los lectores. Y más ahora que ha surgido lo de la Inteligencia Artificial (IA) por lo que de esta manera se puede ver como trabajamos en las obras, aunque sólo sea con unas fotos de nuestras mesas para demostrar que están hechas por humanos. Me parece ilógico que para optar a ayudas públicas de creación profesional, los autores tengamos que esconder nuestro trabajo creativo como me ha ocurrido y más cuando ni siquiera se ha visto una página terminada. En lo que he enseñado no aparecen ni personajes, ni bocadillos… pero ellos dicen que es como si mi obra hubiese sido ya publicada.

-¿Acudirás a los tribunales? 

-Hemos presentado un recurso de alzada porque creo que se ha sentado un mal precedente que nos perjudica a todos los autores. No es una cuestión personal mía. Protesto por la profesión porque no me parece justo que un funcionario decida qué es o no publicar una obra cuando eso ya está claro. Si mi editor dice que mi trabajo es inédito y no incumplo el contrato que tengo firmado con ellos, pues ya está. No hay nada más que discutir. 

-¿Consideras que supone un paso atrás en los avances que se han dado en el mundo del cómic desde las instituciones en los últimos años? 

-Aplaudo que el Ministerio cuente con una Dirección General del Libro, el día del Cómic, el Premio Nacional y todo lo que se ha logrado con las propuestas que hemos hecho durante años. Pero no podemos bajar la cabeza y agachar las orejas cuando ves cosas como éstas que perjudican a nuestra profesión. El 80% de los autores cuentan con redes sociales y lo normal es que si estás haciendo un libro vayas enseñando el proceso como le gusta a los lectores. De hecho, trabajo de una manera un poco extraña porque a los personajes los pongo aparte y al final los coloco de forma digital, así que lo único que se ha visto son fondos con paisajes y poco más. Que digan que eso equivale a publicar una obra me parece que carece de todo sentido, es ridiculisimo y más cuando nos han contestado como lo han hecho a una reclamación que estaba muy bien fundamentada. Me parece una tomadura de pelo. 

-¿Pero realmente venía recogido en las bases que sacar parte del trabajo en redes equivalía a publicarlo? 

-Supongo que en realidad lo ocurrido se debe a que han copiado las bases de las obras literarias que sí deben ser totalmente inéditas y te prohíben subir alguna parte a internet pero eso no tiene nada que ver con nosotros. Me parece una prueba clarísima del desconocimiento que existe sobre nuestro sector. 

-¿Pero el seguimiento que hicieron fue tan puntilloso que llegaron a localizar lo que habías subido a las redes en todos estos años?

-Claro, claro sí. Estuvieron investigando, efectivamente. 

-Supongo que con la subvención pensabas publicar tu próximo proyecto, un curioso libro sobre la historia de algunas piedras repartidas por todo el mundo. 

-Al no tener la posibilidad de obtener esas ayudas lógicamente va a significar que el proyecto se va a estirar un poquito más porque el adelanto de la editorial no me da para poder estar todos los días trabajando en este libro, así que lo voy haciendo en los ratos libres. Si me hubieran dado los 25.000 euros de la ayuda podría haberlo terminado mucho antes. 

-¿El número de obras que reciben subvenciones es limitado o todavía tienes alguna posibilidad? 

-No, sólo son cuarenta. Ya lo doy por perdido, al menos por este año. Espero que esto no quede en una anécdota, porque se ha creado un precedente espantoso, y modifiquen las bases o de lo contrario van a perjudicar a más autores. 

-Visto lo visto me da hasta miedo preguntarte de qué va exactamente la obra. 

-Desde 2010 estoy trabajando en un libro que es el más ambicioso de todos los proyectos que he hecho, llamado Bajo la Sombra de las Piedras Flotantes que gira sobre las rocas más misteriosas del mundo. La idea es hacerlo como una especie de cuaderno de viajes usando el lápiz y las acuarelas. Trata de piedras raras que existen, son reales, están repartidas por todo el mundo y hay un montón de leyendas a su alrededor que he ido recopilando y visitando durante diez años dentro de mis posibilidades. Es un libro que bebe tanto de lo real como de los mitos, que habla sobre lo increíble que es el planeta en el que vivimos. 

-Por curiosidad ¿Cuál es la que más te ha llamado la atención? 

-Las últimas que visité antes de la pandemia fueron las de un bosque de Alemania llamado Externsteine, que significa piedras llegadas del cielo, porque

son meteoritos que cayeron hace miles de años y que ahora parecen derretidas, están llenas de cavernas, incluso tienen escaleras y hasta un altar. La leyenda dice que ahí estaba el árbol de la vida que destruyó Carlo Magno cuando conquistó el bosque. En la Segunda Guerra Mundial los nazis se quisieron apropiar de este lugar y por eso ahora tiene mala fama. La gente me preguntaba por qué quería ir hasta allí por ese vínculo negativo que existe con Hitler y yo les decía que al contrario, deberían reivindicarlo porque es un sitio realmente extraño y digno de ser visitado. Luego soy consciente de que será imposible que vea algunas de las piedras que me interesan como unas que había en Gaza porque lo más seguro es que ya estén destruidas por los bombardeos. 

-Hablando de los inicios de tu carrera ¿Cómo explicarías el espíritu de Retranca

Retranca se convirtió en el medio perfecto con el que hacer humor libremente, no sólo con autores de Galicia sino también con colegas de El Jueves. En 2012 nos declaramos en suspensión de pagos y tuve que hipotecar mi casa para montar la primera escuela profesional de cómic de Galicia que llamé O Garaxe Hermético. Esa fue la decisión más importante de mi vida. Así que como se ve he tocado muchos palos porque también he hecho libros infantiles. 

-En tu carrera es una constante haber tenido varios encontronazos con la censura. 

-Sí, pero pienso que es algo habitual cuando trabajas en el humor. La censura no es algo de los tiempos grises del franquismo, ahora existe de otra manera que es la del dinero, la necesidad de contar con subvenciones y por eso los medios de comunicación son dependientes de las ayudas públicas. Lo cierto es que no se vende lo suficiente y entonces para mantener a una plantilla tienes que recurrir al apoyo de las instituciones. 

-El otro día La Voz de Galicia te eligió como uno de los autores más influyentes de tu tierra. Lo que es llamativo dado que como dices te fuiste de ese periódico a causa de la censura.

-Supongo que han tenido en cuenta otros criterios, más bien periodísticos. Conozco al autor del artículo, es un amiguete y entonces me parece que estar en la lista ha sido más bien una cuestión azarosa, relacionada sobre todo con mi trabajo como editor y promotor de la escuela de cómics. 

-¿Dirías que Galicia está ocupando cada vez más espacio en el panorama del cómic nacional que hasta ahora estaba más bien centrado sobre todo en Barcelona y Madrid? 

-Creo que desde el año dos mil en adelante ha habido un cambio brutal y hemos pasado de no tener ningún tipo de industria a que se nos tenga en cuenta debido al empuje de un montón de autores y editoriales especializadas que nos hemos empeñado en que se nos oiga. Debemos felicitarnos por haberlo conseguido y más aún cuando todo el mundo nos decía que era imposible. 

-¿El idioma ha sido una barrera? 

-Pienso que no, que todos los idiomas suman. A mí como ciudadano me hubiera gustado aprender más idiomas y que me enseñaran catalán, euskera, incluso andaluz porque tenemos una riqueza brutal a la que no hemos sabido sacarle provecho. Cuando más idiomas sepa una persona más rica es porque son algo precioso que deberíamos empezar a valorar y fomentar de verdad. 

-¿Cómo diferenciarías tu trabajo en los periódicos del que haces como historietista? 

-Son cosas distintas. El humor gráfico es efímero, dura un día, tiene una caducidad muy rápida y el principal problema es la temática aunque también le doy mucha importancia al dibujo porque creo que se debe reivindicar esa parte gráfica que a veces se hace de una manera rápida y un poco descuidada. Dependes mucho de la actualidad, de lo que sucede día a día. Mientras que el cómic implica un proceso creativo más lento, relacionado con cuestiones poéticas y un recorrido a largo plazo. 

-He visto que en tus últimas viñetas en la prensa has sido muy crítico con lo ocurrido en Galicia este verano con los incendios.

-Lo de los incendios nos tiene hartos a todos, especialmente porque la gestión ha sido totalmente nefasta por parte del gobierno gallego. Han querido escurrir el bulto y al final realmente esto ha sido como una Dana-2, culpando de todo al gobierno central cuando estaban disponibles medios que no se pudieron aprovechar porque no había personas para utilizarlos. La verdad es que todo esto me ha dado mucha pena por la cantidad de naturaleza que hemos perdido, de animales que murieron o se morirán de hambre, ganaderos que lo han perdido todo… Una desgracia tremenda. ¡Y yo que estaba tan feliz porque parecía que este año nos habíamos librado de los incendios y de repente en quince días se fue todo a la mierda!