ATME expresa su preocupación ante la falta de concreción en el Plan Tecnológico para la Seguridad y Defensa, presentado por el presidente del Gobierno
Existen dudas sobre si se incluyen las cantidades aprobadas en la última modificación del Reglamento de Retribuciones o si con los actuales presupuestos, que marcan el límite de soldados en las Fuerzas Armadas, se puede aumentar su plantilla.
ATME ha remitido un escrito al ministerio de Defensa solicitando aclaraciones sobre la repercusión de estas medidas en los militares de tropa y marinería
Caceres, 8 mayo de 2025 – Hoy, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido ante el Congreso de los Diputados para detallar las medidas que el Ejecutivo implementará en respuesta a las nuevas necesidades de defensa de la Unión Europea, conforme al Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa 2025.
En línea con lo anunciado tras la aprobación del Plan por el Consejo de Ministros el 22 de abril, Sánchez reiteró el aumento de las retribuciones de la tropa y marinería y la incorporación de entre 7.400 y 7.600 soldados adicionales. Estas acciones se enmarcan en la partida de 3.712,49 millones de euros destinada a «Condiciones laborales, preparación y equipamiento de nuestras Fuerzas Armadas», lo que representa un 35,45% del presupuesto total del Plan, del cual 679 millones se asignarían a las mejoras salariales y al incremento de personal.
Sin embargo, la Asociación echa en falta una especificación de las medidas concretas y su correspondiente valoración económica, lo que genera incertidumbre sobre el impacto real en el colectivo militar.
El documento del Plan establece explícitamente que el incremento presupuestario destinado a retribuciones y personal para 2025 tiene como objetivo alcanzar el 2% del gasto del PIB, sin extenderse a ejercicios posteriores. Esta especificidad genera interrogantes sobre la inclusión de los 368 millones de euros ya aprobados en la reciente modificación del Reglamento de Retribuciones. Asimismo, plantea dudas acerca de la incorporación de nuevos efectivos, que debería reflejarse en la Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE), actualmente prorrogada y que limita el número de soldados y marineros a 79.000.
Adicionalmente, la Asociación observa una discrepancia entre las declaraciones del presidente, enfocadas en la retribución del «personal de tropa y marinería», y la mención de «personal» y «efectivos» en el documento del Plan. Esta diferencia sugiere que las mejoras, en caso de concretarse, se aplicarían a todo el colectivo militar.
Ante este panorama, la Asociación aboga por que los 679 millones de euros se destinen íntegramente a las retribuciones del personal militar durante el presente año. Su argumento se basa en dos puntos: la inviabilidad de incorporar nuevos efectivos en este ejercicio y el hecho de que los fondos ya asignados a la reciente modificación del Reglamento de Retribuciones no estarían comprendidos dentro de la cantidad adicional aprobada con posterioridad.
En el punto retributivo, ATME manifiesta su total oposición a que cualquier incremento retributivo se materialice a través de aumentos del Complemento de Dedicación Especial (CDE) o incentivos, dada su naturaleza no consolidable en el sueldo y el carácter arbitrario del CDE, cuya concesión depende del jefe de Unidad sin los debidos mecanismos objetivos de control.
ATME también señala con preocupación la falta de medidas específicas en el Plan que faciliten la reincorporación laboral del personal militar temporal en los nuevos puestos de trabajo que serán impulsados por los estímulos al PIB, al empleo y al beneficio empresarial. La asociación considera que, con la debida voluntad política, se podrían establecer mecanismos para capitalizar la experiencia y la cualificación de estos profesionales, tal como lo prevé la Ley de Tropa y Marinería, sin que ello implicase una inversión presupuestaria adicional.
Finalmente, ATME advierte sobre la contradicción existente entre la necesidad de nuevos integrantes para las Fuerzas Armadas, especialmente en las escalas de tropa y marinería, y los crecientes problemas de captación que se están teniendo. Esta situación subraya la urgencia de complementar un aumento de retribuciones con un nuevo modelo de carrera militar que incluya a todas las escalas y erradique la temporalidad.