“Aumentan los precios de consumo en junio: el IPC sube al 2,2 % tras tres meses de descensos”
28 de junio 2025
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado el indicador adelantado del Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondiente a junio de 2025, situando su variación anual en un 2,2% a nivel nacional, dos décimas por encima de la registrada en el mes de mayo (2,0%). Este resultado representa un repunte en la inflación general, tras tres meses consecutivos de descensos.
Por su parte, la inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, se mantiene en el 2,2%, igual que en mayo. Esta coincidencia con la tasa del IPC general supone la primera vez en lo que va de año que ambas se igualan, lo que sugiere una contención de los precios más volátiles y una estabilización relativa de las presiones inflacionistas en el conjunto de la cesta de consumo.
Esta evolución es debida, principalmente, al aumento de los precios de los carburantes, frente a la bajada de junio de 2024 y, en menor medida, a las subidas de alimentos y bebidas no alcohólicas, mayores que en el mismo mes del año anterior. En concreto, el encarecimiento de la gasolina y el gasóleo —vinculado a tensiones en los mercados energéticos internacionales y al inicio de la temporada turística— ha sido uno de los principales motores del repunte inflacionario. A ello se suma el aumento en productos básicos como frutas y aceites, lo que ha intensificado la presión sobre el gasto de los hogares.
En términos mensuales, los precios de consumo registran en junio una tasa del 0,6% respecto al mes de mayo, lo que supone un incremento respecto al mes anterior (0,1%), reflejando una aceleración en el ritmo de crecimiento de los precios.
En junio de 2025, el comportamiento de los precios se produce en un entorno aún condicionado por la volatilidad de los mercados energéticos, la incertidumbre internacional y la reactivación de la demanda interna con la entrada en la temporada estival. Aunque la estabilidad de la inflación subyacente apunta a una cierta contención de los precios estructurales, la aceleración del índice general podría anticipar nuevas tensiones inflacionarias a corto plazo, especialmente si se mantienen las presiones sobre los carburantes y determinados productos básicos de la cesta de la compra.
En este escenario, resulta clave seguir de cerca la evolución de los precios y reforzar la resiliencia económica, especialmente en regiones como Canarias. Apostar por la eficiencia, la diversificación y la innovación permitirá a las empresas afrontar con mayor solidez posibles tensiones futuras.