Drago Canarias denuncia la nula estrategia del Cabildo de La Palma en cuanto al sector primario y la gestión del agua
06 de Agosto 2025
La corporación insular acumula anuncios inconexos y carentes de diagnóstico, mientras el campo palmero sufre abandono, precariedad e ineficiencia hídrica.
Sara Hernández, portavoz de Drago Canarias en La Palma: “No basta con repartir dinero, necesitamos una estrategia construida con el sector, pensada para quienes trabajan la tierra”.
Drago Canarias en La Palma denuncia la ausencia de planificación estratégica por parte del Cabildo Insular con respecto al sector primario y la gestión del agua en la isla. Esta reacción se produce tras el anuncio de varias actuaciones institucionales que “lejos de mostrar una hoja de ruta clara reflejan una gestión basada en la improvisación, el marketing político y el despilfarro público”, aseguró la portavoz de Drago Canarias en La Palma, Sara Hernández.
Por un lado, el Área de Agricultura, Ganadería, Pesca, Bienestar Animal y Soberanía Alimentaria ha anunciado ayudas por valor de 80.000 euros para promoción en ferias, 201.500 para producción agroindustrial y apenas 24.000 para recuperar tierras en abandono. Por otro lado, el Consejo Insular de Aguas impulsa una obra de emergencia de más de seis millones de euros para ampliar el túnel de trasvase, con el objetivo de mejorar la calidad del agua en el Valle tras la erupción volcánica de 2021.
Para Drago Canarias, estos anuncios responden a un modelo agotado que sigue operando desde la lógica del clientelismo, priorizando la imagen por encima de la necesidad de una transformación profunda. “No basta con repartir dinero, necesitamos una estrategia construida con el sector, pensada para quienes trabajan la tierra y comprometida con que en La Palma podamos producir y alimentarnos dignamente”, afirmó Hernández.
En este sentido, la portavoz de Drago Canarias en La Palma advirtió de que “se sigue actuando a golpe de parche, sin planificación, sin diálogo con el campo y sin voluntad de cuestionar los privilegios de siempre” y señaló que, mientras tanto, “la ciudadanía y quienes trabajan la tierra son quienes sufren las consecuencias y pagan el precio de esta falta de estrategia”.
Las ayudas sin rumbo no salvan el campo
Las ayudas anunciadas por el Cabildo de La Palma vuelven a evidenciar la falta de una estrategia real para garantizar el futuro del campo palmero. Son medidas fragmentadas, sin diagnóstico previo ni conexión entre sí, que no responden a los problemas estructurales que enfrenta hoy el campo palmero.
No han sido diseñadas desde el diálogo con quienes viven de la agricultura ni responden a los retos clave del sector: acceso a la tierra, relevo generacional, rentabilidad, uso sostenible del agua o diversificación de cultivos. En lugar de una planificación a medio y largo plazo, el Cabildo sigue optando por repartir pequeñas partidas que funcionan como parches, muchas veces más simbólicas que transformadoras.
“En Drago Canarias creemos que el problema no es únicamente el importe de las ayudas, sino su desconexión de una política pública coherente y valiente. Mientras el consejero se pasea por ferias y cuelga fotos promocionando productos locales (cada vez más escasos), el sector sigue esperando respuestas reales. No basta con asignar fondos puntuales, sino que hay que construir con el sector una visión común para el campo palmero, y eso no se está haciendo”, lamenta Hernández.
Obras millonarias para no hablar de lo importante
La otra cara del problema es la gestión del agua. La obra del túnel de trasvase, cuyo objetivo es mejorar la calidad del agua en el Valle tras la erupción del volcán, se presenta como urgente tras dos años de inacción institucional, pese a que los efectos de los gases volcánicos en el agua subterránea se conocían desde 2021.
“¿Por qué no se plantea si esa mejora podría lograrse con una gestión más eficiente del agua que ya usamos? ¿Por qué no se actúa sobre el desperdicio o las pérdidas antes de invertir millones?”, cuestiona Hernández.
En La Palma, el 80 % del agua se destina al cultivo de platanera, y buena parte de ella se gestiona de forma ineficiente por, entre otros aspectos, la rigidez de los turnos de riego impuestos por comunidades y heredamientos.
“Una flexibilización en las dotaciones permitiría ahorrar hasta un 30 % del agua que se consume actualmente”, explica Hernández. “Bastaría con adaptar las dulas a las necesidades reales de la planta: más frecuencia y menos cantidad, y con más inversión se podría dar el salto al riego por goteo, que es el sistema más eficiente, pero claro, eso implicaría abrir el melón del modelo actual de gestión del agua y al parecer el Cabildo no está dispuesto a tocar a los intocables”.
Pese a ello, el Consejo Insular de Aguas ha preferido celebrar que los embalses “casi duplicaron” su almacenamiento en julio respecto al año anterior. Sin embargo, la realidad es que las balsas están apenas al 42 % de su capacidad, que en zonas como Fuencaliente se han impuesto recortes del 35 % desde hace semanas y que en la zona alta de El Paso llevan veinte días sin poder regar.
“No hay planificación, ni transparencia, ni control, ni voluntad de cambiar el modelo, lo que sí hay, y en abundancia, es propaganda. Mientras los cultivos se secan, el Cabildo celebra cifras que maquillan la realidad y los agricultores siguen esperando una política hidráulica seria, democrática y eficaz”, concluye Hernández.