Editorial. No dan un respiro, vamos a peor…

7 de julio/El Diario de Canarias

Apenas amanece después de uno de los peores día de Reyes de la democracia española, cuando el Gobierno de Rajoy vuelve a atacar amenazando con la desaparición de la tarjeta de sanidad a aquellos que hayamos tenido la osadía de salir de España a buscarnos la vida. Tres meses serán suficientes para que se queden por ahí, tirados, sin protección posible los «españolitos», por aquellos, salva-guardadores de la integridad  de los habitantes de este país.

Las cosas, aunque un poco mejor, no están boyantes en otros países, como para tener la esperanza de conseguir un trabajo que les afiance en el mercado laboral europeo, y mandar de una puñetera vez al quinto pino a estos gobernantes fríos, calculadores y faltos de sensibilidad moral.

Se creen tan listos, que el hecho de hacerlo con nocturnidad y alevosía les exime de su responsabilidad ante la sociedad. La disposición adicional aparecida en el BOE vuelve a dar al traste con la ilusiones de muchos españoles, la mayoría jóvenes, muy castigados por cierto, que ven con cierta desolación como aprovechan un 26 DE DICIEMBRE, si sí, un 26 de diciembre, para publicar esta desafortunada disposición que los deja tirados «como colillas» fuera de su tierra. No les basta con echarlos del país, sino que además los abandonan y castigan.

Los señores de los sueldos millonarios., no se han enteredo todavía, que a millones de jóvenes, casi una generación entera los han echado a la calle y les han complicado su integración en la vida laboral de su propio país, negándoles el pan, el progreso, la proyección y un trabajo digno acorde con sus valores.

Con esta «magnifica noticia» ha nacido el 2014.

Por desgracia conocemos a muchos jóvenes que llevan algún tiempo buscándose la vida por esos mundos de Dios, (uno pierde hasta la fé), ocupados en trabajos miserables y precarios con el único objetivo de buscar una oportunidad, mientras aquellos que les tienen que proteger los dejan a la deriva negándoles la posibilidad de poder ser atendidos en situaciones de emergencia.

¡No lo podemos entender..!… ¡Ya no nos dejan ni emigrar..!

La situación es tan preocupante que muchos de nuestros jóvenes han frenado sus expectativas de salida en busca de un puesto de trabajo en vista de sus posibles nefastas consecuencias, sabiendo de antemano que el cerco se estrecha y que su oscuro futuro cada vez se cierra más.

Esto vuelve a ser solo el principio de medidas progresivas que seguirán incrementando la incertidumbre de un año que se presenta bastante mal, por mucho que nos digan. Una vez más será un buen año para los que menos lo necesitan…  para ellos…

No nos gustaría escribir este tipo de editoriales, por el contrario estamos deseando dar buenas noticias, pero la cruda realidad es la que es, aún a tenor de que nos llamen derrotistas.

¡Que la esperanza nos guié en esta nueva andadura de 2014…!