El absentismo por enfermedad común se dispara un 95% en el metal desde 2021 y pone en jaque a las pymes
13 de junio 2025
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La CREM (Femepa y Femete) alerta del riesgo real de colapso para cientos de pequeñas empresas y autónomos industriales en Canarias.
Las pymes, micropymes y autónomos que dan vida al tejido industrial del metal en Canarias han dicho “basta”. Lo hacen a través de la Confederación Regional de Empresas del Metal (CREM), integrada por Femepa y Femete, que ha levantado la voz este jueves ante un fenómeno que ha dejado de ser coyuntural para convertirse en una amenaza estructural: el absentismo por enfermedad común.
Según los datos publicados hoy por Confemetal en su Observatorio Industrial del Metal, los procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes (ITCC) han crecido un 95,31% desde 2021, registrando más de 900.000 bajas solo en 2024. Un dato demoledor que refleja no solo un problema sanitario o laboral, sino un desequilibrio que amenaza la supervivencia de miles de negocios en nuestro país, y muy especialmente en Canarias.
El coste directo de estas bajas —asumido por empresas y mutuas— se cifra en 2.870 millones de euros, a los que habría que sumar entre un 200% y un 470% adicional por costes indirectos como sustituciones, pérdida de productividad o formación de nuevos trabajadores.
Canarias: entre las regiones más golpeadas
La situación en las Islas es aún más preocupante. El informe sitúa a Canarias como una de las comunidades autónomas con mayor incidencia:
- 38,25 bajas al mes por cada 1.000 trabajadores, muy por encima de la media nacional (31,19).
- Una duración media de 39,45 días por baja, frente a los 36,29 días de la media estatal.
Este diferencial, explican desde la CREM, obedece a múltiples factores estructurales: desde la presión sobre el sistema sanitario insular hasta una posible descoordinación en los procesos de gestión médica y administrativa.
No es un ataque al trabajador, es una llamada a la corresponsabilidad
Desde Femepa y Femete, insisten en que esta denuncia no pretende señalar al trabajador, sino reclamar una gestión más equilibrada, justa y eficaz del sistema. Las empresas del sector del metal no solo sostienen el empleo y la economía real, también ofrecen condiciones laborales estables, formación y oportunidades de desarrollo profesional.
Pero la situación es insostenible. En tres años, la incidencia mensual de bajas en el sector del metal ha pasado de 17,05 a 31,19 por cada mil empleados —un 83% más— mientras que la plantilla asegurada apenas ha crecido un 6,77%. Además, aumentan con fuerza las bajas relacionadas con trastornos mentales, que implican procesos más largos y complejos de reincorporación.
¿Qué pedimos desde la CREM?
- Una revisión urgente y realista de los convenios colectivos, especialmente en lo referente al complemento del 100% en bajas, que desincentiva la reincorporación.
- Ampliar el papel de las mutuas en la gestión de las contingencias comunes, como ya se hace con las profesionales.
- Un mayor control médico y seguimiento de los procesos de baja, con especial atención a las reincidencias sin justificación.
- Incentivos para quienes se reincorporan de forma temprana, premiando el compromiso y el esfuerzo.
- Un diálogo social honesto y realista, que escuche también a pymes y autónomos, lejos de enfoques ideológicos.
- Un marco legal equilibrado, que proteja a la persona trabajadora sin desproteger al empleador que sostiene su puesto de trabajo.
¿Qué ofrecemos a cambio?
Las empresas del metal —y, en especial, las canarias— quieren seguir ofreciendo empleo digno y estable. Están dispuestas a:
- Recompensar el compromiso con mejores salarios y más formación.
- Apostar por la seguridad, la cualificación profesional y el empleo de calidad.
- Construir un futuro común con sus equipos, basado en el respeto mutuo.
Desde la CREM no pedimos privilegios, pedimos sentido común, respeto y corresponsabilidad. Porque sin empresas, no hay empleo. Sin empleo, no hay bienestar. Y sin equilibrio, todo el sistema colapsa.
Las pymes del metal no son el problema. Son parte esencial de la solución.