España reduce un 35 % los incendios forestales en una década, pero son más incontrolables
16 de julio 2025/Agencias
El número de incendios forestales en España ha caído un 35 por ciento en la última década, pero la superficie quemada apenas ha bajado un 5 por ciento, lo que indica que los fuegos son cada vez más grandes, destructivos y difíciles de controlar, según la organización ecologista WWF.
Entre 2015 y 2024, España ha registrado una reducción del 35 % en el número de incendios forestales respecto a la década anterior (2005-2015), según el último informe «Incendios fuera de control. 20 años promoviendo la prevención», publicado este miércoles por WWF en el vigésimo aniversario del trágico incendio en Guadalajara, en el que fallecieron 11 personas.
Con respecto a la superficie afectada por las llamas, esta ha descendido un 5 por ciento en ese mismo periodo, una diferencia que pone de manifiesto un problema de fondo: «Hay menos fuegos, pero son mucho más grandes e incontrolables».
La tendencia «preocupa» especialmente a los profesionales del sector, ha advertido Lourdes Hernández, especialista del programa de Bosques de WWF, quien incide en que «cada vez hay más consenso» entre los bomberos, los gestores forestales y la sociedad civil de que se está «ante un nuevo paradigma de incendios más intensos y destructivos».
La experta ha alertado de que el actual modelo de lucha contra el fuego, centrado casi exclusivamente en extinción, es insostenible: «Vamos hacia incendios casi inapagables. Los dispositivos de extinción están al borde del colapso y, si no se abordan las causas estructurales, podría revertirse la tendencia positiva de reducción de superficie quemada que hemos visto hasta ahora».
En este sentido, WWF subraya la necesidad de cambiar el enfoque, priorizando la prevención, la ordenación del territorio, el manejo forestal y el impulso de paisajes más resilientes al fuego.
«Se prioriza apagar los fuegos, pero no se evita que se generen o que se propaguen fácilmente», ha destacado Hernández, quien avanza que los incendios extremos son el claro síntoma de una crisis ecológica, climática y territorial y su evolución dependerá de cómo abordar de forma colectiva el uso del territorio, la planificación rural y la emergencia climática.
El informe urge «pasar de la reacción a la anticipación» frente a los fuegos y destaca para ello un conjunto de medidas integrales para reducir su peligrosidad, reforzando la planificación estratégica, el conocimiento del territorio, la corresponsabilidad social y el uso eficiente de los recursos públicos.
Medidas clave para afrontar incendios en España, según WWF
.- Marco regulatorio estatal: urge aprobar el Real Decreto en tramitación que establezca criterios comunes basados en el análisis del riesgo y la zonificación territorial (ZAR).
.- Planes anuales autonómicos: las comunidades deben elaborar planes específicos centrados en la creación de paisajes más resilientes y una gestión forestal activa.
.- Adaptación al cambio climático: la prevención debe considerar escenarios extremos, fomentando bosques más diversos y menos homogéneos.
.- Reactivación del mundo rural: se necesita una política de estado que actualice la Ley de Desarrollo Rural, reoriente la PAC y apoye la ganadería extensiva para fijar población y reducir el riesgo de incendios.
.- Fiscalidad verde: implantar el principio de «quien conserva, recibe», con incentivos fiscales y pagos por servicios ambientales a quienes gestionan de forma sostenible los montes.
.- Financiación sostenible: impulsar herramientas de inversión pública y privada para apoyar el desarrollo rural y los productos forestales.
.- Uso eficiente de fondos públicos: asegurar que los recursos se asignen a proyectos eficaces, bien diseñados y con participación ciudadana.
.- Investigación sobre el fuego: aumentar el conocimiento del comportamiento del fuego para mejorar la anticipación y la respuesta ante incendios extremos.
Proteger a las personas frente al fuego
.- Concienciación social: fomentar una mayor implicación ciudadana en su prevención.
.- Educación ambiental: impulsar una cultura del riesgo y una relación más cercana con el entorno natural desde edades tempranas.
.- Información clara: los ayuntamientos deben comunicar con transparencia los riesgos de cada territorio y cómo actuar.
.- Autoprotección en zonas vulnerables: desarrollar planes locales en interfaz urbano-forestal para estar preparados ante un posible incendio y evitar su propagación.
Reducir la siniestralidad
.- Investigar el origen del fuego y sus causas para diseñar estrategias más eficaces de prevención.
.- Sanciones ejemplares: mejorar la identificación de los responsables y aplicar castigos contundentes para evitar la impunidad y disuadir nuevas acciones.