Fitch mantiene la nota de España y confía en sus fortalezas para afrontar los aranceles
12 de abril 2025/Agencias
La agencia de calificación de riesgos Fitch ha mantenido la nota de España en ‘A-‘ (equivalente a un notable bajo), con perspectiva positiva, y cree que el dinamismo del mercado laboral, el bajo endeudamiento del sector privado y una mayor competitividad externa podrán mitigar el aumento de los aranceles globales.
Fitch apunta en su último informe que la deuda pública de España es aún elevada, pero destaca que sus perspectivas de crecimiento económico son mejores que las de otros países europeos por sus positivos fundamentos macroeconómicos.
La agencia de calificación menciona en concreto el dinamismo del mercado laboral, el bajo endeudamiento del sector privado y una mayor competitividad externa.
Fitch considera que estos factores podrán mitigar «algunos de los impactos del aumento de los aranceles globales» y reducir «la volatilidad macroeconómica a largo plazo».
Según sus pronósticos, la economía española crecerá un 2,5 % en 2025 y un 1,9 %, en 2026, gracias a la fortaleza de la demanda interna, respaldada por la solidez de los balances de hogares y empresas y por el mayor consumo público derivado del Plan de Recuperación y Resiliencia.
La agencia de calificación cree que la previsible flexibilización de la política monetaria en Europa ayudará a estimular la inversión de las empresas, aunque éstas deberán enfrentarse a una mayor volatilidad del mercado.
Fitch subraya que, en este momento, existe «una gran incertidumbre» sobre la evolución del comercio global tras los aranceles impuestos por EE.UU.
En este punto reconoce que el actual régimen arancelario del 10 %, que estará vigente durante noventa días, «es menos punitivo» de lo que había previsto como supuesto base, pero advierte de que «la posibilidad de un aumento de los aranceles recíprocos y de aranceles adicionales específicos sigue representando un riesgo».
En su opinión, la exposición comercial directa de España con EE.UU. es «limitada», ya que las ventas a ese país representan menos del 5 % de las exportaciones totales (1,1 % del PIB), lo que «podría proteger a la economía real del impacto de un aumento de los aranceles estadounidenses».
No obstante, la agencia de calificación alerta de que «los efectos indirectos de una guerra comercial global son inciertos» porque «el 40 % de las exportaciones totales de bienes de España se compone de productos semi-manufacturados, bienes de equipo y automóviles y sus componentes, que podrían verse afectados por la dinámica del comercio global».
En su análisis sobre la economía española, Fitch considera, como supuesto base, un «muy gradual» incremento del gasto en defensa para alcanzar el objetivo del 2 % del PIB.
El pasado 8 de noviembre, Fitch mantuvo la nota de España en ‘A-‘, pero elevó su perspectiva de estable a positiva.