Giovanni Boccaccio y las Afortunadas: Un puente entre Humanismo y Nuevos Mundos en el año del 650 Aniversario

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Por Alfonso Licata*
El año 2025 marca el 650 aniversario de la muerte de Giovanni Boccaccio, una de las figuras más luminosas del Trecento italiano, pilar de la literatura y del incipiente Humanismo. Junto a Dante y Petrarca, Boccaccio moldeó la lengua vernácula, innovó la narrativa y abrió nuevas perspectivas sobre la condición humana. Pero la influencia de Boccaccio no se limitó solo a las fronteras de la península itálica o a las cortes señoriales; sorprendente es su vínculo, menos conocido pero de gran relevancia, con las lejanas Islas Canarias, redescubiertas hacía poco en su tiempo.
La época de Boccaccio fue un hervidero de descubrimientos y de renovado interés por el mundo más allá de los confines conocidos. En el siglo XIV, mientras Europa se recuperaba lentamente de las crisis del siglo anterior, las rutas comerciales se expandían y el eco de tierras lejanas comenzaba a filtrarse. Es en este contexto donde se inserta el redescubrimiento de las Islas Canarias. Aunque conocidas desde la antigüedad greco-romana como las «Islas Afortunadas», su ubicación precisa y su naturaleza habían caído en el olvido durante siglos. Fue el navegante genovés Lanzarotto Malocello, alrededor de 1312, quien redescubrió el archipiélago, dando nombre a una de las islas, Lanzarote, y reabriendo así la puerta de Europa hacia este puesto avanzado atlántico.
La noticia de estas tierras remotas y misteriosas llegó hasta los oídos de los intelectuales de la época, y entre ellos, Giovanni Boccaccio. Su espíritu curioso y su sed de conocimiento lo impulsaron a recopilar información sobre estos lugares apenas emergidos del olvido. Su atención no estaba motivada por intereses económicos o políticos, sino por la genuina curiosidad humanista por el mundo y sus diversas manifestaciones. Y es precisamente de esta curiosidad de donde nace una obra singular y de notable importancia: el De Canaria.
El De Canaria, o más propiamente De insulis Canariae, es una de las fuentes más antiguas y valiosas sobre el redescubrimiento de las Canarias y sobre sus habitantes originarios, los Guanches. No se trata de un tratado geográfico o de un diario de viaje en el sentido moderno del término, ya que Boccaccio nunca puso pie en ellas. Es, más bien, una obra compilatoria, basada en los testimonios de los marineros y mercaderes que habían visitado el archipiélago. Su carácter innovador reside en varios aspectos:
Boccaccio, aun sin ser un etnógrafo en sentido estricto, muestra una notable sensibilidad al describir los usos y costumbres de los Guanches. Relata su organización social, sus viviendas, su aspecto físico y sus prácticas cotidianas. Este enfoque denota un interés por el otro, por la diversidad cultural, que anticipa sensibilidades mucho más tardías. No hay el juicio despectivo o el prejuicio típico de muchas crónicas de la época, sino más bien un intento de comprender y registrar lo que era nuevo y desconocido.
Las Canarias, para Boccaccio y para sus contemporáneos, representaban un verdadero «mundo otro», un lugar donde la naturaleza aún estaba incontaminada y los seres humanos vivían en una especie de estado primordial. Esta visión, aunque idealizada, contribuía a nutrir el imaginario colectivo y a preparar el terreno para las futuras grandes exploraciones.
A pesar de la falta de experiencia directa, el De Canaria ofrece una instantánea preciosa de las Islas Canarias y de sus habitantes antes de la colonización europea. La información contenida, aunque filtrada por los testimonios orales, ha sido fundamental para los historiadores y antropólogos que han tratado de reconstruir la historia antigua del archipiélago.
El vínculo entre Boccaccio y las Canarias, por tanto, no es de naturaleza física, sino intelectual y cultural. Él, desde su perspectiva de humanista italiano, lanzó una mirada curiosa y penetrante sobre un mundo que apenas se estaba revelando a Europa. Su obra contribuyó a dar a conocer estas islas misteriosas, a estimular la imaginación de los lectores y, en cierto sentido, a preparar el terreno para una época de descubrimientos mucho más vastos.
En el 650 aniversario de su muerte, recordar a Giovanni Boccaccio significa no solo celebrar al gran escritor del Decamerón, sino también reconocer su papel de precursor, de intelectual de mente abierta, capaz de mirar más allá de los horizontes conocidos y de captar la importancia de mundos nuevos que emergían de lo ignoto. El De Canaria sigue siendo un testimonio fascinante de esta visión boccacciana, un pequeño pero significativo puente entre el Humanismo italiano y las Islas Afortunadas, un vínculo que, todavía hoy, nos recuerda la profunda y duradera curiosidad del hombre por lo desconocido y su capacidad de narrar y comprender la complejidad del mundo.
*Presidente de la Sociedad Dante Alighieri-Comité de Canarias
*Presidente del Comité Internacional del VII centenario del redescubrimiento de Lanzarote y Canarias por el navegante Italiano Lanzarotto Malocello(1312-2012)
*Corresponsal Consular de Italia en Lanzarote