Guardias civiles, preocupados por la escasez de munición al anular el contrato con lsrael
25 de abril 2025/Agencias
Las principales asociaciones de guardias civiles muestran su “preocupación” por el riesgo de desabastecimiento de munición tras la rescisión unilateral del contrato de compra de balas a una empresa israelí por parte del Gobierno, una partida que iba dirigida al instituto armado, mientras que fuentes del Ministerio de Interior dicen que el suministro está “garantizado”.
El Ejecutivo decidió este jueves cancelar el contrato de compra de munición a la empresa israelí IMI Systems por valor de 6,6 millones de euros y denegar a esta compañía el permiso de importación de este material a España por “razones de interés general”.
La decisión, entendida como un gesto para preservar la coalición con Sumar y los socios de Gobierno, ha generado polémica tanto dentro como fuera de España, ya que Israel ha condenado “enérgicamente” la ruptura del contrato al considerar que se “están sacrificando consideraciones de seguridad por motivos políticos”.
En ese contexto, varias asociaciones del cuerpo consultadas por EFE transmiten su inquietud por el riesgo de que se pueda producir una escasez de munición y que ello pueda afectar a los agentes en algunos aspectos.
Así lo traslada Pedro Carmona, portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que confía en que “no se produzca un desabastecimiento que afecte a las unidades operativas” y que la decisión no repercuta en la realización de las prácticas de tiro, que son “fundamentales para la correcta formación de los guardias civiles”.
En la misma línea, la asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC) expresa su “profunda preocupación” por una decisión que califican “de enorme impacto operativo”, ya que “podría afectar tanto a los ejercicios formativos como a los recursos disponibles para garantizar la seguridad pública”.
«El problema no es solo la munición que no llegará, sino lo que nos costará su ausencia. Hablamos de un gasto de seis millones de euros que, una vez más, no pagarán los responsables políticos, sino que saldrá de los medios asignados a los guardias civiles. Lo próximo será que nos pidan disparar poco, que sale caro», ha ironizado Daniel Fernández, portavoz nacional de IGC.
Lo mismo opina la Asociación Escala de Suboficiales de la Guardia Civil (AESGC), que apunta que la anulación del contrato podría comprometer el suministro de balas para el instituto armado, una partida “imprescindible” para realizar ejercicios periódicos de tiro real y, así, mantener las capacidades operativas de los agentes “en las debidas condiciones”.
En ese sentido, indican que la provisión de munición es necesaria para garantizar la seguridad pública y de los propios efectivos, todavía más en los «difíciles escenarios de seguridad» a los que se enfrentan los agentes, como la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado o el narcotráfico.
Fuentes del Ministerio del Interior, sin embargo, aseveran a EFE que el suministro de munición para la Guardia Civil está “garantizado” porque se trabaja con “previsión suficiente” para abastecer de balas a los efectivos del instituto armado.
En paralelo, varios guardias civiles explican a EFE que las prácticas de tiro se han venido reduciendo en los últimos meses por la falta de balas, mucho antes de la rescisión de la licitación con la empresa israelí, por lo que el número de entrenamientos de esta índole se podría ver mermado.