Las dos españolas repatriadas de Siria aceptarán tres años de cárcel por ser del Dáesh
28 de abril 2025/Agencias
Las dos españolas casadas con yihadistas y repatriadas desde Siria en enero de 2023 aceptarán este lunes, previsiblemente, una condena de tres años de cárcel a cambio de reconocer su integración en organización terrorista al desplazarse «voluntariamente» con sus maridos a la zona del Dáesh y acogerse a sus postulados.
Según han informado a EFE fuentes jurídicas, la defensa de estas dos acusadas habría negociado un acuerdo de conformidad en este sentido tanto con la Fiscalía como con la acusación popular, ejercida por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), previo al juicio que se celebrará este lunes en la Audiencia Nacional.
Las dos acusadas -Yolanda Martínez y Luna Fernández- estuvieron en prisión provisional desde el 10 de enero de 2023 hasta el pasado 23 de septiembre, cuando se rechazó prorrogarles dos años más la prisión preventiva, con lo que de la pena de tres años de cárcel que con toda probabilidad se les impondrá habrá que descontar esos meses.
No obstante, según las fuentes consultadas, eso no impediría que tuvieran que volver a la cárcel y la única manera de evitarla sería pedir que se les conceda de forma directa el tercer grado penitenciario o la semilibertad, decisión que no corresponde al tribunal de la Audiencia Nacional que las va a enjuiciar sino al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria.
En sus conclusiones provisionales, la Fiscalía pedía para ambas seis años de cárcel por integración en organización terrorista, mientras que la AVT reclamaba para ellas ocho años de prisión por el mismo delito.
Según el Ministerio Fiscal, las dos mostraron siempre «su voluntad de ser miembros del Dáesh», y solo «la completa pérdida de control territorial» en Siria e Irak, así como las condiciones de vida en el campo de acogida de Al Hawl, en el este de Siria, en el que vivían con sus hijos, fue el motivo de que quisieran «ser repatriadas a España».
A lo largo de su escrito, el fiscal analiza el papel de cada una y sostiene que ya antes de viajar a Siria participaron en España «en actividades a favor de la organización yihadista».
Yolanda Martínez, señala, compartía ya entonces la ideología de su esposo, «mostrándose de acuerdo en no permanecer estática ante el conflicto sirio y pasar a la acción».
Tanto ella como Luna Fernández tuvieron «un papel destacado» dentro del grupo de las mujeres de los integrantes de la Brigada Al Andalus», y, como prueba de ello, el fiscal esgrime una carta de despedida que dejó la acusada antes de desplazarse a Siria y que fue intervenida a uno de lo miembros de ese grupo.
Esta era una célula terrorista liderada por un marroquí que estuvo preso en Guantánamo, Lahcen Ikassrien, que se dedicaba a reclutar yihadistas en Madrid en el entorno de la mezquita de la M-30 para enviarlos a Siria o Irak. Los maridos de las dos acusadas, uno ya fallecido, fueron investigados por su integración en ese grupo.
Con estos antecedentes, las dos viajaron a Siria con sus maridos «con la plena voluntad de formar parte» del Dáesh y la finalidad de poner a su disposición «toda su capacidad en las funciones que la propia organización les asignara, por muy básicas que fueran éstas».
Respecto a sus roles como esposas, explica que mientras «una ayudaba y soportaba la actividad de su esposo, miembro de un tribunal yihadista dentro del Estado Islámico, la otra ayudaba y soportaba la actividad de su esposo, combatiente en las filas del Dáesh».
En cuanto a su función como madres, el fiscal se remite al informe pericial a los trece menores a cargo de ambas y que fueron repatriados juntos a ellas y puestos bajo custodia de la Comunidad de Madrid.
«Desde una edad muy temprana los menores se han desarrollado en un entorno altamente ideologizado en el que se realizaba una interpretación extremista y rigorista de la fe islámica», indica el informe.