Los últimos avances en metodología de las ciencias del comportamiento, en un congreso auspiciado por la ULL

Congr Europeo Metodologia 11 (1)

El salón de actos de la  Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad de La Laguna acogió, en la mañana de hoy, la inauguración oficial de la decimoprimera edición del Congreso Europeo de Metodología, que organiza de manera bienal la Asociación Europea de Metodología (EAM), una entidad científica que promueve el desarrollo, la aplicación y la enseñanza de métodos rigurosos en investigación en ciencias sociales, del comportamiento y disciplinas afines. El congreso, en el que participan 270 investigadores, consta de 120 exposiciones orales, 98 pósteres, 18 simposios, tres ponencias globales, seis debates del estado del arte y una mesa redonda de género. 

 

En el acto inaugural participaron Mirjam Moerbeek, presidenta de la European Association of Methodology; José Manuel Ruano, consejero insular de presidencia del Cabildo de Tenerife; Francisca Rivero Ortega, tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna; África Borges como responsable del comité local del congreso y el rector de la Universidad de La Laguna, Francisco J. García.

 

En su bienvenida, en nombre de la organización, Borges reconoció el nivel de las contribuciones al congreso y el elevado número de participantes: «Nos sentimos especialmente orgullosos de la calidad académica de las contribuciones presentadas, empezando con la ponencia inaugural, así como del diálogo interdisciplinario y abierto que se respira en cada rincón de este evento”. También destacó la importancia de la investigación en la metodología de las ciencias del comportamiento, un campo fundamental y que necesita ser divulgado. “Nosotros trabajamos en la parte más complicada, la que menos suele gustar a los estudiantes, y que tiene que ver con cómo se plantea una investigación, qué tan rigurosa es, qué sesgos pueden existir y cómo se controlan».

 

Mirjam Moerbeek dio las gracias a los participantes por su contribución y a la organización por su trabajo. Por su parte, Ruano agradeció a la organización que eligieran Tenerife para celebrar esta reunión tan destacada y valoró el apoyo que tiene la Universidad de La Laguna por parte de la institución tinerfeña. “Hemos brindado un apoyo institucional decidido a este congreso, reconociendo la trascendencia de reunir a mentes tan brillantes de toda Europa en nuestra isla. Este respaldo no se limita solo a lo financiero; para nosotros, como institución local y autónoma, es un compromiso con la Universidad de La Laguna y con la importancia de fomentar espacios donde la investigación de vanguardia pueda florecer”. 

 

La sesión inaugural concluyó con la bienvenida del rector, que puso en valor la experiencia de la entidad académica en el estudio y análisis de datos e investigación sobre metodología científica. «En este entorno tan incierto, los datos son clave para generar buen conocimiento y tomar decisiones acertadas. Este congreso proporcionará caminos para ello, especialmente en un campo como las ciencias del comportamiento. La Universidad de La Laguna ha demostrado su capacidad para desarrollar el análisis y la gestión de datos para generar conocimiento en diferentes áreas de las ciencias sociales”. 

 

El imparable avance de la IA

 

La conferencia inaugural corrió a cargo de Javier Suárez-Álvarez, profesor en la Universidad de Massachusetts Amherst (UMass), donde imparte cursos de posgrado en Investigación, Medición Educativa y Psicometría. El ponente llamó la atención sobre la rápida penetración que está teniendo la Inteligencia Artificial, consiguiendo, en unos pocos años, cifras que a Internet le tomó décadas. “Lo que a ChatGPT le costó tres años alcanzar en número de usuarios, a Internet le tomó 23 años. En abril de 2025, había cerca de 800 millones de usuarios semanales de ChatGPT. Y eso sin contar las demás plataformas de IA que están surgiendo”. ¿Cómo nos preparamos para esto?

 

Suárez-Álvarez expresó su preocupación, compartida por otros investigadores, sobre el impacto de la IA en la educación y del tiempo que esta tarda en adaptarse a los rápidos movimientos de la tecnología. “Nuestros sistemas educativos y científicos son demasiado burocráticos y fragmentados para aprovechar el potencial de la inteligencia artificial. Pasamos tanto tiempo profundizando en nuestras especialidades que olvidamos cómo nuestro trabajo encaja en el panorama general”, se queja el ponente. 

 

El profesor de la universidad de Massachusetts también llamó la atención sobre una de las principales características de la investigación científica: la autocorrección. La capacidad que tiene la ciencia para autorregularse es una cualidad, pero también una gran responsabilidad que tiene toda la comunidad científica y que la diferencia de otros colectivos sociales. «Este mecanismo de autocorrección nos otorga un papel especial como comunidad científica. Debemos utilizarlo responsablemente, especialmente ahora que la IA está transformando todo».