Mohamed, refugiado en Euskadi: en Gaza ya no quedan casas, trabajos ni escuelas… nada

20 de noviembre 2023/Agencias
Mohamed, nombre ficticio de uno de los refugiados hispano-palestinos llegados a Euskadi, afronta el momento con la «incertidumbre y preocupación» por quienes dejó «atrás» en Gaza, donde «prácticamente ya no queda nada» tras la ofensiva del Ejército israelí en el enclave, ha lamentado.

En Gaza «ya no quedan ni casas, ni trabajos, ni barrios, ni universidades, ni escuelas, ni mezquitas, ni iglesias, ni agua, ni luz, ni internet…», relata en un encuentro con medios de comunicación, y añade: «Y falta mucha gente».

Mohamed es uno de los 26 hispano-palestinos evacuados de Gaza, la mitad de ellos menores, que llegaron en la madrugada del pasado viernes a Euskadi. Usa un nombre ficticio por «precaución», dice.

Ha viajado con su familia, aunque «atrás» ha dejado a su madre, que espera que salga hoy mismo de la zona, además de otros allegados, amigos, compañeros… «Dejamos a los que quedaron vivos», señala.

Su casa, destrozada
También atrás queda su casa, «destrozada» por el lanzamiento de un misil, y su barrio, «hecho escombros», según detalla en castellano, una lengua que habla después de haber vivido hace años en España.

Según rememora, un día, al regresar a casa tras una jornada de trabajo, «no reconocí mi zona, estaba por los suelos» y «las dos universidades donde estudiaban mis hijos están destrozadas».

Pese a ello, considera que él y su familia han sido «afortunados» porque están «vivos», y han conseguido salir de Gaza y disponer de un sitio para vivir tras «un mes» pendientes de ser evacuados del enclave y tras afrontar un proceso de «pesadilla».

«Veíamos que se iban sacando a las personas de nacionalidades de Europa y dejaron para el final a Rusia y España. Pensamos que por la actitud de apoyo del Gobierno español», reflexiona.

«Oportunidad de futuro»
Con «el corazón partido», Mohamed señala que no había «más alternativa» que salir de Gaza, pensando en «la gente que quieres».

Algunos mayores, según indica, defienden que «si tienen que morir en Gaza, morirán en Gaza», pero cuando se tiene hijos hay que darles «una oportunidad de futuro», sostiene.

Según señala, «nadie tiene claro qué va a pasar» en este conflicto, que considera «una cosa personal contra los palestinos» del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que «sabiendo que no tiene espacio en lo que viene después, está haciendo lo que tenía ganas de hacer»: la «destrucción» de «cualquier zona de Gaza donde la gente pueda vivir».

Tras su acogimiento temporal en el País Vasco, Mohamed y su familia afrontan el «difícil» reto de «empezar de nuevo» en España. Aunque se desee volver, ahora Gaza «es un sitio donde no se puede vivir», señala.

Retomar la vida
En su orden de prioridades y tras poner a los suyos a salvo de «la barbarie», se encuentran realizar los trámites administrativos necesarios para su estancia en España, que sus hijos aprendan español y buscar un modo de vida.

«Bienvenido» si es en Euskadi -«la gente vasca es muy acogedora» y «está del lado de la causa palestina», valora-, pero si no, la familia irá «donde haya trabajo», afirma.

Las 26 personas que han huido de la guerra y han llegado a Euskadi -13 hombres y 13 mujeres- conforman cuatro familias y forman parte de los 139 refugiados que llegaron la pasada semana a la base aérea de Torrejón (Madrid) en un avión del Ejército del Aire procedente del aeropuerto egipcio de El Cairo, tras ser evacuadas de la Franja de Gaza por el Ministerio de Asuntos Exteriores.

El dispositivo de acogida organizado por el Gobierno Vasco para estas personas incluye apoyo psicológico, así como asistencia psicosocial, traducción y asesoramiento jurídico.

Según Gorka Ruiz, responsable de acogida e inclusión de la Fundación EDE, entidad colaboradora del Gobierno Vasco, la idea es que estén el mínimo tiempo posible en situación de acogimiento con el fin de ordenar su situación en cuanto a permisos de residencia y de trabajo y tomar una decisión respecto al lugar del Estado en el que retomarán su vida.