Sánchez pone a España de ejemplo del éxito de gobiernos progresistas ante la ola ultra
22 de julio 2025/Agencias
El presidente del Gobierno , Pedro Sánchez, reivindicó este lunes los éxitos de los gobiernos progresistas como el suyo frente a la amenaza de la ola ultraderechista e instó ante ella a la unión de todas las fuerzas progresistas aunque pertenezcan a familias distintas.
Sánchez participó junto a los presidentes de Chile, Gabriel Boric; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; Colombia, Gustavo Petro; y Uruguay, Yamandú Orsi, en un encuentro con representantes de la sociedad civil en el marco de la cumbre que protagonizaron horas antes en el Palacio de la Moneda.
Una cumbre para defender la democracia y tras la que el jefe del Ejecutivo español instó a los gobiernos progresistas de todo el mundo a unirse y «pasar a la ofensiva» en esa defensa ante la que denominó «internacional reaccionaria del odio y la mentira» y a la que cree que ha sucumbido la derecha tradicional.
En ello incidió en su intervención en ese encuentro posterior de los cinco líderes con representantes de la sociedad civil, en el que por parte española acudieron Javier Izquierdo, de la Fundación Avanza, y Diego López Garrido, de la Fundación Alternativas.
A los responsables de organizaciones de la sociedad civil de los cinco países se dirigió Sánchez para reiterar que la advertencia de que la democracia está en riesgo no es retórica ni una exageración, sino que es una realidad.
Sánchez se remontó a su juventud para subrayar que en la época de la Transición en España se dio cuenta de que la educación se había negado a generaciones enteras, y eso fue lo que justificó su compromiso con la causa política.
Añadió que él creció en un hogar escuchando al cantante Víctor Jara y leyendo discursos como los de Salvador Allende, y que la causa del que fuera presidente chileno hizo que muchos españoles abrazaran la política como hicieron muchos alemanes o ingleses con motivo de la guerra civil en España.
Para el presidente del Gobierno, si hoy hubiera que levantar una bandera sería la del respeto al derecho internacional humanitario y la del derecho de los pueblos a existir «sea en Ucrania o en Palestina».
Sánchez rechazó la idea de que para los progresistas en más fácil estar en la oposición que en el gobierno, que son «más de reivindicar que de hacer», pero frente a ello recalcó que los progresistas demuestran que, cuando gobiernan, tienen otra forma de hacer política y funcionan mejor.
Tras citar decisiones que ha tomado en sus siete años de mandato como la subida del salario mínimo, subrayó que se ha demostrado que se puede crecer y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y se pueden revalorizar las pensiones conforme al coste de la vida.
Pero añadió que la tarea no está acabada y se necesita determinación, compromiso y tiempo para seguir avanzando.
No obstante, invitó a celebrar los éxitos y los avances de los gobiernos progresistas y no darlos por hechos ante la amenaza del neoliberalismo y de la ultraderecha.
Ante ellos, invitó a unirse a todas las familias del progresismo, como había hecho en su intervención en el Palacio de la Moneda horas antes, y frenar a la ultraderecha, que reiteró que es uno de los mayores riesgos que tienen ahora las sociedades.
A todas las fuerzas progresistas pidió tener «una mirada larga y mucho más amplia de la política».
En consecuencia, apeló a la letra de la Internacional en la que dice «agrupémonos todos» porque consideró que eso es lo necesario, «uninos todos y todas» en torno a causas comunes.
Sánchez destacó la relevancia de su partido, el PSOE, para España y los logros conseguidos con los gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero e hizo una llamada final en favor de la igualdad entre hombres y mujeres frente a la ultraderecha que ataca el feminismo.
Tras su intervención en este acto, el presidente del Gobierno se trasladó al aeropuerto para viajar a Uruguay, segunda etapa de su gira por el Cono Sur que proseguirá después en Paraguay.