Seguridad Nacional detecta un aumento de la violencia en España por el crimen organizado
06 de Agosto 2025/Agencias
El Consejo de Seguridad Nacional ha alertado de un incremento de la violencia relacionado con el crimen organizado, con episodios como ajustes de cuentas, ataques contra las autoridades o robos con violencia entre redes criminales que están siendo «una constante» y hacen aumentar la inseguridad ciudadana.
Así lo refleja la Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y la Delincuencia Grave 2025, aprobada el 14 de julio y publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El documento señala que el crimen organizado y la delincuencia grave están «íntimamente relacionados» con el incremento de la violencia a nivel interno y externo, con episodios como las aprehensiones de todo tipo de armas o ataques contra las fuerzas y cuerpos de seguridad y el personal de aduanas y portuario.
Hechos que ocasionan «efectos colaterales» como el aumento en la inseguridad ciudadana y, en ocasiones, «una afectación a la vida y salud de las personas».
El informe realiza una panorámica de la criminalidad organizada en España, caracterizada por un entorno delictivo interconectado, que hace un uso cada vez mayor de la violencia, la corrupción y la infiltración en estructuras empresariales legales.
Destaca la integración de todo tipo de expertos en sus redes y un uso creciente de «nuevas y punteras tecnologías» para optimizar sus actividades y actuar con mayor impunidad.
A pesar de todo, Seguridad Nacional indica que el número de organizaciones criminales identificadas en España se mantiene estable y es un país que «ha conseguido mantener un nivel de violencia contenido de la criminalidad organizada» con medidas como el Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar puesto en marcha en 2018.
El narcotráfico, la mayor amenaza del crimen organizado
Seguridad Nacional indica que la situación del crimen organizado en España muestra una prevalencia de actividades criminales relativas a tráficos ilícitos, especialmente de cocaína y cannábicos, y señala el narcotráfico como la mayor amenaza procedente de este entorno.
En este sentido, señala un «notorio crecimiento» de las incautaciones de cocaína en los puertos nacionales y europeos durante los últimos años, especialmente desde países de América Latina y en muchos casos mediante la corrupción de personas que cuentan con información privilegiada de las instalaciones.
También en los aeropuertos «son cada vez más frecuentes» las aprehensiones de droga en equipajes de mano y facturados, así como en contenedores y paquetería aérea «en cantidades nunca vistas hasta ahora».
Además, el documento subraya que en España las «organizaciones históricamente dedicadas al narcotráfico» han visto en «el favorecimiento de la inmigración irregular» una vía con la que diversificar sus ingresos, aprovechando rutas e infraestructuras ya existentes.
Reclutamiento de menores en redes sociales
Seguridad Nacional aborda en su nueva estrategia la cuestión de la captación y reclutamiento de menores para la comisión de delitos, una tendencia que se ha extendido y ha evolucionado hacia un uso creciente de la captación a través de redes sociales.
Otras amenazas graves a las que se enfrentan los menores en internet son la pornografía infantil, el ‘grooming’, la sextorsión o los delitos de odio, hechos para los que las tecnologías digitales han creado «un entorno propicio» debido a su accesibilidad a edades cada vez más tempranas y el anonimato.
También en el entorno digital, el documento llama la atención sobre el incremento significativo de las posibilidades de ataque y acceso ilegítimo a los datos y activos y el aumento constante del número de ciberdelincuentes.
Cita como algunas de las nuevas herramientas empleadas en este ámbito los criptoactivos como medio anónimo y de difícil rastreo para el blanqueo de capitales, la ‘dark web’ para el tráfico de bienes ilícitos o los drones aéreos y marítimos empleados para el transporte de drogas y armas o para proteger las actividades delictivas.
Y dedica un apartado al potencial de la inteligencia artificial, cada vez más utilizada para actividades ilícitas, como la optimización en el blanqueo de capitales, fraudes financieros, estafas, ciberataques o los denominados ‘deepfakes’ para crear contenidos falsos y generar desinformación de gran precisión y a mayor escala.