Seúl ve margen para negociar tras la carta de Trump y convoca reunión de emergencia

Trump

08 de julio 2025/Agencias
Corea del Sur dijo este martes que interpreta la carta remitida por Washington, que anuncia la imposición de aranceles «recíprocos» del 25 % a partir del 1 de agosto, como una extensión tácita del plazo de negociaciones y convocó una reunión de emergencia para delinear su estrategia de respuesta.

La oficina presidencial surcoreana informó que celebrará a las 13:30 hora local (4:30 GMT) una reunión de contramedidas sobre asuntos comerciales bilaterales encabezada por el jefe secretario para políticas Kim Yong-beom, con altos responsables de Comercio, Finanzas, Exteriores y Seguridad Nacional para analizar el impacto de la notificación estadounidense y coordinar los siguientes pasos.

«Consideramos que, con esta carta, la suspensión de los aranceles recíprocos se ha extendido de hecho hasta el 1 de agosto, y durante el tiempo restante intensificaremos las negociaciones para lograr un resultado mutuamente beneficioso y reducir cuanto antes la incertidumbre causada por los aranceles», dijo el Ministerio de Comercio surcoreano, en declaraciones recogidas por la agencia local de noticias Yonhap.

La misiva del presidente estadounidense Donald Trump, recibida en la madrugada de Seúl, comunicó oficialmente su intención de aplicar los aranceles el 1 de agosto, aunque dejó la puerta abierta a negociaciones.

En su carta, Trump subrayó que Corea del Sur podría evitar los aranceles si las empresas surcoreanas trasladan su producción o ensamblaje a territorio estadounidense, prometiendo agilizar los permisos necesarios «en cuestión de semanas».

También ofreció la posibilidad de reconsiderar los aranceles si Seúl abre más su mercado a productos estadounidenses y elimina barreras comerciales, al tiempo que advirtió que los gravámenes podrían ajustarse «al alza o a la baja» según la evolución de la relación bilateral.

Las prioridades en la mesa
Las negociaciones han girado principalmente en torno a las barreras no arancelarias que Washington señala como obstáculos al comercio, dado que Seúl ya mantiene aranceles cercanos a cero a las importaciones estadounidenses bajo su tratado de libre comercio, según las autoridades surcoreanas.

Con base en informes estadounidenses sobre barreras comerciales, en las prioridades expresadas por negociadores durante las conversaciones y en una carta de julio de más de 40 congresistas estadounidenses, las prioridades de Washington en las actuales negociaciones incluyen la apertura del mercado agrícola, con demandas específicas sobre carne vacuna de más de 30 meses, arroz y organismos modificados genéticamente.

La Casa Blanca también solicita la eliminación de barreras digitales que afectan a empresas como Google, Apple y Meta, y el acceso a datos de localización para proveedores extranjeros.

En la reunión del sábado pasado, hora de Washington, entre el jefe negociador comercial surcoreano, Yeo Han-koo, y el Representante comercial estadounidense, Jamieson Greer, el lado surcoreano propuso a EE.UU. un marco de cooperación manufacturera mutuamente beneficioso.

Tal cooperación serviría para consolidar las cadenas de suministro entre ambos países, en línea con la «renovación industrial» que impulsa Washington, según informó el Ministerio de Comercio surcoreano en un comunicado.

Yeo subrayó en la reunión que cualquier acuerdo final, aparte de los «aranceles recíprocos» del 25 %, debe incluir la eliminación o reducción de los gravámenes sectoriales contra los productos de Corea del Sur. Actualmente, los automóviles surcoreanos enfrentan un gravamen del 25 %, y el acero y aluminio uno del 50 %.

Sin embargo, los aranceles en tales sectores se encuentran determinados bajo medidas separadas bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial estadounidense, probablemente queden fuera de estas negociaciones.

Una cumbre para aliviar tensiones
El asesor de seguridad nacional surcoreano, Wi Sung-lac, se reunió el lunes, hora de Washington, con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en donde transmitió la intención de organizar una cumbre entre el presidente de Corea del Sur Lee Jae-myung y Trump «en el plazo más corto posible» para avanzar en resultados mutuamente beneficiosos en todos los ámbites, y la parte estadounidense se mostró abierta a la propuesta.

Se cree que el Gobierno surcoreano tiene el objetivo de celebrar una reunión entre los mandatarios antes del 1 de agosto para alcanzar un nuevo acuerdo en los asuntos más espinosos, como el tema arancelario.

El impacto potencial de los aranceles en la economía surcoreana preocupa especialmente en Seúl, dada su alta dependencia de las exportaciones a EEE.UU., que representan más del 18 % del total.

Según estimaciones del banco central surcoreano, la aplicación total de los aranceles podría restar entre 0,3 y 0,4 puntos al crecimiento del PIB este año.

Las ventas en EE.UU. de fabricantes como Hyundai y Kia ya mostraron en junio señales de desaceleración por la incertidumbre comercial, mientras expertos advierten de que sectores clave como los automóviles, los semiconductores y las baterías dependen directamente del acceso al mercado estadounidense.