Turistas de China, siguiendo la Ruta de Sanmao, visitan Telde donde vivió la famosa escritora una década

22 de enero 2024

José Antonio Cabrera. ASSOPRESS

Este sábado 19 de enero, un numeroso grupo de turistas de China, que viajaban en el Crucero MSC Euribia por el Archipiélago Canario y aprovechando una escala en Las Palmas, gestionaron con Carla del Departamento de Reservas de la Agencia Holiday Time Canarias, una excursión siguiendo la «Ruta de Sanmao», por el Municipio de Telde donde la famosa escritora china vivió durante 10 años.

Los autocares cada uno de ellos llevaba el correspondiente Guía Oficial español y una Intérprete china, fueron directamente al casco histórico de Telde, donde en la Oficina Municipal de Turismo fueron recibidos por el Concejal Delegado Juan Francisco Martel, que les dió la bienvenida en nombre del Ayuntamiento y obsequió con unas bolsas de artesanía teldense que contenían información general del municipio y de la «Ruta Samao» en particular.

A continuación acompañados por Mara la responsable de la Oficina de información Turística, el grupo comenzó a seguir «La Ruta de Sanmao», recorriendo los parques, plazas y rincones por donde la escritora Echo Chen (Sanmao era su pseudónimo)
frecuentaba y disfrutaba de la paz y la libertad que el casco histórico de telde le brindaba en estos pasados años.

Todos los sitios tenían unas placas, unos delicados paneles pintados o unos monumentos recordando la estancia de Sanmao, y sus «locuras» como cuando con unos patines blancos daba vueltas en la Plaza de San Juan gritando «soy libre», o recogía callaos de la playa y los pintaba regalandolos a los niños con los que jugaba como uno de ellos y quería como una madre.

Tras la preceptiva foto de familia en la fachada de la Basílica de San Juan (que no pudieron ver porque estaba cerrada) que ilustra esta crónica, donde se los vé muy felices y después de entonar cantos típicos de China, los grupos en sus respectivos autobuses se trasladaron a las costa teldense.

En la Playa del Hombre visitaron la casa que compraron cuando abandonaron el Sahara, donde su esposo trabajaba en el Aaiún como buzo profesional para la empresa española Fosfatos de Bucraa, viviendo voluntariamente en las afueras, cerca del desierto que ella amaba y jugaba con los niños saharauis, allí fueron felices y Sanmao escribió su primer libro «Diarios del Sahara», hasta que tuvieron que irse como todos españoles tras «La Marcha Verde» y la Ocupación de Marruecos.

En su casa de Playa del Hombre vivieron 10 años de paz y felicidad y allí escribió su segundo libro traducido al español «Diario de Las Canarias», ambos libros de la Editorial :Rata_, por debajo de su casa y a orillas del mar hay un pequeño parque infantil donde Sanmao jugaba y pintaba callaos con sus niños vecinos a los que se los regalaba.

Hasta que surgió la tragedia, su esposo José María Quero, un fortachón moreno de poblada barba, andaluz de Jaén, simpático y vitalista, que era adorado por Sanmao, como su complemento de existencia, falleció en un accidente de submarinismo en la costa de Barlovento donde hay un monumento a su recuerdo, en la Isla de La Palma y está enterrado en el cementerio de Santa Cruz de La Palma donde hay un mausoleo en su memoria, también visitado por innumerables viajeros de China.

Ahí Sanmao comenzó a morir también, se frustraron su esperanzas de maternidad y su soledad, aunque sus vecinos la querían y cuidaban, no soportó sus recuerdos en esta casa que terminó vendiendo y regalando sus pertenencias a sus vecinos, solo con una pequeña maleta regresó con su familia a China y luego emprendió una alocada peripecia de viajes por medio mundo, publica más de veinte libros y traducciones entre ellas las del argentino Quino de Mafalda, siempre los niños en su vida.

Y cuando no pudo más, dejó voluntariamente este mundo cruel y se fué a reunirse con su amado José María, en un mes de enero de 1991, con solo 48 años vividos y sufridos intensamente. En su memoria hay un olivo plantado en telde (un acebuche canario) y también de su amado Jose María, el andaluz de Jaén, tierra de olivos.

Terminamos en este mes de enero, esta sentida crónica viajera con unos versos de Sanmao: «El Olivo de Mis Sueños»
«No me preguntes de donde vengo
mi origen es muy lejano
¿porqué vagabundear tan lejos?
los pájaros que vuelan,
el arroyo que fluye en el valle,
las vastas praderas, pero sobre todo…sobre todo
por el olivo de mis sueños».