Unidas se puede pide explicaciones sobre el gasto público en la toma de posición del nuevo Obispo

photo_5913474818001452677_w

12 de mayo 2025

Consideran que La Laguna ha retrocedido notablemente en la separación entre lo público y lo religioso en el presente mandato
El concejal y coportavoz de Unidas se puede en La Laguna, Rubens Ascanio, solicitó la semana pasada copia de los expedientes relativos a los gastos municipales realizados con motivo de la toma de posesión del nuevo obispo de la diócesis Nivariense.
El propio ayuntamiento lagunero dio noticias, el 10 de marzo y el 26 de marzo, de la creación de un equipo de trabajo conjunto, con responsables políticos y técnicos, algo que el candidato a Obispo indicó al destacar “el esfuerzo que está haciendo junto con el Obispado en la organización”. Entre otras cuestiones, se planteó por parte del consistorio la colocación de “dos pantallas gigantes en las calles Bencomo y Deán Palahí con más de mil sillas”, algo que desde la formación de la oposición lagunera quieren contrastar con los expedientes y saber qué costo supuso para las arcas públicas.
“Aunque no lo parezca, vivimos en un Estado aconfesional, por lo que este tipo de acciones donde se usan los recursos públicos y los medios del Ayuntamiento para un acto eminentemente religioso, resultan como mínimo chocantes a esta altura del siglo XXI”, manifiesta Ascanio. El edil lagunero asegura que con respecto al anterior mandato, “hay un evidente retroceso en la separación entre religión y política, no solo porque ahora es el gobierno al completo el que forma parte de numerosas ceremonias religiosas, sino por la forma en la que eventos sociales y culturales ligados a las fiestas vuelven a situarse dentro de los espacios religiosos, casos de los pregones de San Benito o los de las fiestas de septiembre, cosa que no sucedía ni en los últimos años del franquismo”.
Entienden que el gobierno de PSOE-CC debe dar explicaciones con respecto al enfoque que han dado a un ceremonial donde consideran que la parte política “ha sido partícipe más que activa, no como invitados, como parte de la propia ceremonia, que hubiera sido difícil de diferenciar de la que se vivió cuando Pérez Cáceres o Franco Gascón”.
Rubens Ascanio explica que, aunque entiende el interés y la trascendencia que puede tener este acto para muchas personas, “se trata de un evento claramente confesional, ligado a una sensibilidad determinada, en un espacio como la Catedral, un edificio inmatriculado por el Obispado, donde se invirtieron más de doce millones de euros públicos para su reapertura y donde ahora cobran cientos de miles de euros anuales en entradas…¿No tenían suficiente para atender las necesidades logísticas por sí mismos?, parece extraño”. Además de eso indica que el Ayuntamiento, a pesar de las reiteradas ocasiones en las que han recordado las sentencias que permiten el cobro del IBI al Obispado en los espacios donde realizan actividades económicas, “el PSOE ha rechazado de forma tajante cualquier avance en este sentido, lo que hace que se entienda menos la generosa colaboración que parece que han vuelto a dar a un evento privado como este”.