Von der Leyen insta a solución sistémica que movilice el inmenso capital privado de la UE

23 de Abril 2024/Agencias
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cifró este martes en 470.000 millones de euros el aumento de fondos privados anuales que se logrará con la unión de mercados de capitales, un objetivo lanzado hace una década y hacia el que los líderes de la UE se comprometieron a avanzar de una vez por todas en la última cumbre europea.

En un discurso ante el pleno del Parlamento Europeo, Von der Leyen indicó que la «ola sin precedentes de inversión pública en sectores estratégicos» de los últimos años «no es suficiente» y que hace falta «encontrar una solución sistémica que movilice la inmensa reserva de capital privado disponible para Europa».

Además, dijo, aunque se han logrado «avances» en varios elementos del mercado de capitales desde el inicio de la legislatura, en los últimos años ha habido «un bloqueo dentro del Consejo, en muchos aspectos cruciales de la unión los mercados de capitales».

En ese contexto, consideró «una gran suerte que el último Consejo Europeo haya marcado un punto de inflexión en este sentido» y que ahora haya un «mandato claro para avanzar en tres cuestiones», empezando por armonizar las reglas nacionales en ámbitos como la insolvencia.

En segundo lugar – añadió -, la UE está lista para diseñar y crear «productos de ahorro transfronterizos para inversores minoristas».

Por último, explicó que se ha encargado a Bruselas la labor de «reforzar el seguimiento, a nivel europeo, de los principales actores del mercado».

«La vía está trazada. Vamos a financiar una nueva revolución industrial de nuestra época, debemos movilizar capital privado en Europa. Es la hora de traducir nuestra unión política en actos», subrayó.

Reducir costes energéticos
Para Von der Leyen la segunda prioridad pasa por reducir el coste de la energía porque frena la competitividad de la UE.

En este sentido, destacó que en 2023 se hicieron «muchas» inversiones por la crisis energética y ahora una «gran ola» de nuevos proyectos de exportación de GNL (gas natural licuado) está llegando al mercado, con lo que vaticinó que es posible que pronto pasemos de un déficit global a una abundancia, y espera que los precios bajen.

Agradeció a la Eurocámara su trabajo en la reforma del mercado eléctrico y la nueva Directiva sobre energías renovables, al tiempo que instó a «seguir presionando para producir más energía limpia y barata en Europa».

Y abogó por escuchar a las industrias, una de cuyas demandas centrales es aumentar la infraestructura energética. Por lo que apostó por que la UE duplique su capacidad de transmisión de electricidad transfronteriza en esta década.

«Debemos construir la columna vertebral física de la economía del futuro», subrayó Von der Leyen, que citó en concreto la necesidad de invertir en redes inteligentes e infraestructuras de carga, pero también en cables, tuberías, turbinas y electrolizadores.

Mano de obra
La tercera prioridad para Von der Leyen para por abordar la escasez de mano de obra y habilidades en la UE, por lo que defendió la necesidad de formar a los jóvenes desempleados para sacar su «gran potencial» y darles «la oportunidad que merecen».

Asimismo, se pronunció a favor de aumentar el acceso de las mujeres al mercado laboral, con la creación de guarderías asequibles, escuelas y horarios de trabajo flexibles para los padres, que consideró «una necesidad absoluta», y también apostó por atraer los «talentos adecuados del extranjero».

Comercio
Por último, destacó que Europa es un continente comercial y que una parte importante de su prosperidad deriva del comercio, por lo que defendió que la UE siga aprovechando las ventajas de los acuerdos comerciales con otros países o bloques regionales, como Mercosur.

«Contamos con la red de acuerdos comerciales más grande del mundo, con un total de 74 países. El valor del comercio de la UE a través de estos acuerdos superó los 2 billones de euros por primera vez en 2022», recordó.

Von der Leyen señaló también la necesidad de garantizar las importaciones, por ejemplo, de las materias primas críticas, y asegurar los riesgos que conlleva la apertura con herramientas para abordar los problemas de exceso de capacidad producida fuera de la UE con subsidios, como en Estados Unidos o China.