Editorial: El juego de la pelota, la atracción de los politicos en la educación

Estamos ante un dilema popular… Educación del PP o educación del PSOE, o quizás ninguna,  u otra.

Algo tan elemental como es la educación de nuestros pequeños y jóvenes está sometida en los últimos años a un juego de niños, es decir al juego de la pelota. La política interesada según venga de izquierdas o de derechas promulgan leyes en apenas unos años que cambian sustancialmente la educación de nuestros hijos, sin pararse a pensar ninguno de sus responsables, que preparar bien a los pequeños y jóvenes no es patrimonio de nadie, sino de los ciudadanos, de la cultura del país y del futuro.

Estamos hechos un lío, lo que hoy es bueno para unos, mañana es malo para los otros.  A veces da la sensación que la educación se mueve en base a la ideas y no a un elemento básico de nuestra sociedad que pertenece directamente a los ciudadanos, sin intermediarios políticos, ni simplones interesados, ni por supuesto acuerdos puntuales con organizaciones de cualquier tipo que sacan rentabilidad a sus amigos del poder.

¡ Dejen en paz la educación señores políticos!.  No pueden priorizar asignaturas hoy, que mañana pasan al baúl de los recuerdos o quedan en segundo plano. Es una incongruencia y un desatino que la cultura de un pueblo sufra tantos vaivenes, sobre todo sabiendo de sobra, que cuando cambie el Gobierno, se volverá cambiar la Ley.

¿A qué viene tanto juego político? ¿ Todavía no se han enterado quienes sufren las consecuencias?. Los chicos, padres, asociaciones de alumnos y profesores tienen que estar hasta la coronilla de ustedes, viendo con cierto desespero como en vez de avanzar van para atrás como los cangrejos.

Proponemos desligar la educación de las acciones de Gobierno y crear una entidad independiente, constante y permanente que dilucide y resuelva los problemas al margen de los intereses partidarios. Sabemos que es una utopía, pero es la única solución para evitar tanto desmadre.

Cada cuatro años no podemos dar giros importantes y trascendentales a una educación estatal que navega en aguas turbulentas…  ¡Y menos mal que es cosa de dos!…  por que sin entran en la pelea por decisión popular nuevos partidos políticos  esto puede ser un auténtico circo, donde cambiamos los numeritos cada dos por tres para evitar repetirnos. Añadan a todo esto la pelea de las comunidades autónomas, que a su vez quieren implantar en asignaturas puntuales, como el idioma, una nueva forma de entender la educación globalizada del país.

¡Vaya lío en el que nos están metiendo!

Este galimatías no lo resuelve ni los  milagritos de Lourdes.

De nuevo y con contundencia, a  unos y otros… ¡Dejen en paz la educación..!