Editorial: La Seguridad Social insegura….

¡Esto no hay por donde cogerlo…!

Les cuento…

Una señora con problemas de menstruación en la que se producen hemorragias abundantes, además de  acelerarse el proceso temporal convirtiendo los  meses en quincenas, llama a la Seguridad Social para que la vean, muy preocupada porque encuentra totalmente anormal la situación que está viviendo, y  cual es su sorpresa cuando el especialista de turno, a pesar de la insistencia de la señora en que la vean con cierta urgencia, la remiten para el mes de septiembre, recetándole si verla y por teléfono unas pastillas para que se le corte el preocupante desangrado. Atónita por lo que oye y le dicen desde la «Seguridad» Social recurre a un ginecólogo particular que le da cita urgente para hoy, martes, pensando que la situación no es normal y que puede haber algo más detrás de aquel «periodo» descontrolado…

¿Qué les parece?

En manos de esta gente estamos, de desaprensivos sin corazón que juegan con la vida de las personas amparados en su precariedad profesional, deshumanizando algo tan básico como es la salud, y con lo que jamás se debe jugar ni presionar a otras instancias en busca de objetivos concretos. Los pacientes no somos conejillos de indias, ni artículos de intercambio en el intento de lograr mejoras laborales echando las culpas a otros, o a la falta de medios o de personal cuando se trata de la vida de las personas.

Y que conste que este no es un caso aislado, ocurre a diario y con problemas mucho mas graves e irreversibles. A ello hay que añadirle el corporativismo médico donde unos se tapan a otros las posibles consecuencias de su falta de sensibilidad, teniendo en cuenta que lo mas importante y básico, por humanidad, es atender al que sufre.

Hay afiliados a la «Seguridad» Social que pasan años, muchos años, hasta que acuden por primera vez a un médico, cuando eso ocurre y después de cotizar durante mucho tiempo religiosamente se ha convertido esa consulta en la más cara del mundo, sin  que por parte de nadie exista la más ligera consideración.

Esta pobre mujer las está pasando canutas con un miedo en el cuerpo preocupante. Como ella suele decir…¡Esto es un sin vivir..!

Esperemos y así se lo deseamos que su consulta «particular» de hoy le resuelva el problema y no vaya a más.

La Seguridad «insegura» Social no tiene remedio. Tenemos los mejores medios técnicos de medio mundo, buenos y grandes  profesionales, pero carecemos de lo básico, el buen funcionamiento de la «burrocracia», la sesnibildiad necesaria para atender estas contingencias y la intervención rápida y contundente de la Administración. Mientas ellos, los políticos se debaten en batallas inútiles y sin sentido.

¡Venga… más leña al fuego!