Editorial: Bancos, banquillos y banqueros

La cosa está revuelta y se sigue insuflando dinero en las entidades bancarias con un  ciudadano impertérrito que no ve resultados.  ¿Con este despropósito de banqueros interesados, no sería el momento oportuno de mandarlos al garete y nacionalizar parte de la banca?. Sobre todo aquella que además de especulativa, siguen negociando rescates a intereses pirricos que después venden al mejor postor y no al que lo necesita, y que además nos ha llevado a la ruina.

Las grandes fortunas y los empresarios de postín, siguen guardando sus ganancias de antaño a cal y canto, mientras piden créditos multimillonarios a la entidades amigas que siguen proporcionándoselos en grandes cantidades.

¡Ahora eso sí..!.. usted «pobre diablo», que lo necesita de verdad o que quiere emprender algún tipo de negocio tratando de subsistir y escapar del lío en el que nos han metido, tiene que justificar unos ingresos mínimos y una serie de documentación.. (nómina, declaración de la renta, alguna pequeña propiedad con que responder…), para que le puedan prestarle tan solo 6.000 puñeteros euros, teniendo en cuenta la  significativa evidencia, que si tuviéramos ese dinero… ¿Para que narices lo íbamos a pedir?..

Mientras tanto salen y entran de los juzgados los banqueros, que sentados en los banquillos, la justicia no tiene por donde meterles manos, todo ello a pesar de las muchas evidencias existente sobre sus reiteradas «maniobras orquestales». Pero claro en este caso no hablamos de unos cuantos eurillos mas o menos, sino de millones que cambian de lugar con una facilidad pasmosa.

Son tan poderosos que se vuelven altaneros, orgullosos, con una cara que espanta y que da miedo verla, y que de vez en cuando aparecen en la pequeña pantalla como corderos «degollaos», explicándoles al personal sus grandes desdichadas, porque les cuestionan parte de ese dinero (no todo), ganado de manera al menos sospechosa.

Ellos son los antiguos usureros perseguidos hasta la saciedad y que muchos daban con sus huesos en la «trena». Hoy se ha institucionalizado de tal manera el abuso monetario, que campean a su aire como auténticos campeones y triunfadores…¡eso sí..!.. «a costa de los demás».

No sabemos como puede acabar todo esto, pero de lo que sí estamos seguros es que no puede continuar por ese camino de arenas movedizas, porque en cualquier momentos se los pueden tragar.

En breve hablaremos también de aquellos ambiciosos llenos de caprichos, que en otro tiempo contaron con los favores de los poderosos, que se volvieron avaros y multimillonarios, y que esa ambición desmedida los colocó de nuevo en su sitio. Y si no que se lo pregunten al Sr. Conde… por cierto aquí en Canarias tenemos unos cuentos.. ¡ya hablaremos del tema…!